De informes a gubernatura -Aflora ego de El Caballo Lozoya- Verguenza legislativa- La Praxis: La Vial quiere todo el pastel

0
982

DESPUÉS de que concluyeron los informes municipales, por fin bajó el bombardeo mediático con spots en  los que en realidad fue más de promoción de los alcaldes, que información de contenido de sus actividades en este primer año.

Quienes ocuparon la mayoría de los espacios de los medios electrónicos fueron la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, seguida por Armando Cabada Alvídrez y Alfredo Lozoya Santillán.

Causalmente los tres son probables candidatos  o por lo menos están en ese construcción hacía la gubernatura que se renovará en el 2021.

El que más atención atrajo fue el presidente municipal de Parral, que en su mensaje central utilizó en enunciado la gente está contenta, Parral está contento, gracias a mi gobierno, y aquello de que los ciudadanos son los que mandan.

A estas frases genéricas les añadió que él no roba y por lo tanto el dinero rinde más.

Con dicen los norteamericanos palabras lindas y huecas que van a las emociones o sentires de los ciudadanos, que dicen nada, pero dan en el punto de lo que quiere escuchar el ciudadano común, es además populismo y una mini copia de la estrategia que ha venido utilizando el ahora presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

O vea, no robo, la gente contenta son frases que se escuchan desde el centro, y por si fuera poco el redentorismo por aquello de contentos con mi gobierno, o sea el de el, en franca contradicción  cuando el mismo mensaje dice el Parral gobiernan los ciudadanos, buenos pues cosas de estrategias en la comunicación policías.

Alfredo Lozoya saca el ego de El Caballo, mientras que los temas de inseguridad, desempleo, desarrollo económico, son asignaturas pendientes para Hidalgo del Parral, y de ellos nada se dijo.

:::::

LUEGO del puente patrio, los diputados locales regresan a la torre legislativa a seguirle con dos temas que son fundamentales para la gobernanza de este poder y por consecuencia de los demás.

Después de que Don Rubén Aguilar Jiménez, del Partido del Trabajo, vendió la causa y entregó la Junta de Coordinación Política del Congreso al panista Fernando Álvarez Monje, Morena, PRI y Verde Ecologistas preparan sendas movilizaciones.

Estas movilizaciones político-sociales que según se dijo tiene como meta la Ciudad de México, van a incendiar Chihuahua, por lo menos así lo expresaron.

Se pretende empaquetar dos temas, y desde luego acudir a las judiciales para interponer controversias por la reciente designación del Presidente del Congreso, René Frías Bencomo, cuando por reglamento interior le correspondía a Morena y el otro el madruguete-traición de Álvarez-Monje Aguilar.

Son dos circunstancias tan sencillas que no deberían convertirse en un circo legislativo, pero la soberbia, la ambición por el control y poder, se pone de manifiesto, en una representación en donde los representados pasa de la A a la Z.

LA PRAXIS:

¿Qué estará sucediendo en las corporaciones policiacas de Vialidad y la Policía Municipal en la capital, en donde la primera, acosa, persigue y verifica la actuación de los municipales cuando detienen por alguna razón a los automovilistas?.

Se supone que la premisa es la coordinación, acompañamiento y buen entendimiento entre corporaciones,  en beneficio del colectivo social.

El pero que de acuerdo con un audio publicado y ya verificado por la autoridad municipal, los agentes de la Policía Vial, tienen la orden desde arriba, sabrá Dios qué tan arriba, de entrevistar a los automovilistas que sea detenidos por alguna circunstancia por agentes municipales.

Todos quisiéramos que la intervención de la Vial, fuera para proteger a los fastidiados conductores, a quienes nos marca el alto todo mundo, cual viles delincuentes, pero nada revisan ni le marca el auto a los convoys de malandrines que llegan por decenas, por ejemplo, a vaciar un lote de autos sin que nadie intervenga.

Se trata, según el denunciante, de comprobar que los municipales no anden, arreglándose, cobrando, cuota, o mordida a los conductores, porque eso le corresponde sólo y únicamente a la Policía Vial.