Regularizar chuecos, salida cómoda -¿Y la industria automotriz? -Culiacán: La diáspora de víctimas -Chihuahua, sin señalización, sin alumbrado y plagada de baches

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COSA de esperar un par de meses para oficializar el acuerdo aprobado a última hora en el Congreso Federal, para decretar la regularización o nacionalización de vehículos internados de manera ilegal al país, esos que entran volando y nadie ve.

Desde los tiempos de la poderosa CNC, el órgano del sector campesino del PRI, allá por los años 70s, cuando era el brazo ejecutor para otorgar (o vender) permisos para que los hombre de campo apoyaran sus labores con sus trocas, pero sólo exclusivamente en la zona rural.

De las pick ups, pasaron a los vehículos, por la Central Campesino, pronto tuvo competencias con otras organizaciones campesinas, y las urbanas llamadas pafas.

A nivel estatal se presentaron varias regularizaciones, bajo convenios con la Federación que tenían que ver la seguridad, y eso que no estábamos en los niveles que se viven actualmente.

Desde luego que estas regularizaciones dejaron cientos de millones al Estado, pero también a las organizaciones rurales y urbanas.

Ahora dicho por el diputado barzonista y morenista, Yako Rodríguez, el gobierno federal espera recaudar unos 22 mil millones de pesos, lo que podrían destinarse al campo, cosa que está en dunda ante la Cuarta Transformación que sólo concentra recursos para su caja chica, sólo por llamarle chica.

La regularización permitirá también, una derrama millonaria para las organizaciones y particulares que se dedican a internar vehículos conocidos como chuecos.

Lo peor es que una vez que se informó de la regularización, habrá suficiente tiempo para internar miles de estos vehículos suficientes para saturar las calles de la entidad.

Habrá qué ver por otra parte, si la regularización será única o permanente, pero también, la postura de quienes se decían a vender autos de manera legal y establecida, en donde por cierto la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores, ya dijo que se opondrá a esta regularización, medida que adelantan es populista y desalienta, la producción, el empleo, la inversión y desde luego las ventas.

FAMILIAS de militares destacamentados en Culiacán empezaron a huir del complejo militar en donde habitaban, como sucede en las sedes de la mayoría de las zonas militares y comandancias de la Sedena en municipios de las entidades federativas.

Una pena nacional que las familias de los militares sean quienes se tengan que retirar en una batalla que no es de ellos o en el mejor de los casos, de todos los mexicanos.

Una pena que se hayan sido víctimas y sean re-victimizados, y peor aún cuando se trata de mujeres y niños.

En la Cuarta Transformación no hay cabida para esas familias, no les interesa, prefieren no enfrentar a las organizaciones del crimen organizado y permitir la liberación de uno de capos más importante del país.

Qué pueden esperar las familias de los militares. La verdad es que nada, cuando a los propios militares se les expone, se les exhibe y se les humilla como sucedió el jueves pasado.

EL GOBIERNO del Estado, debería destinar un presupuesto unos pesitos para pintar las desaparecidas rayas o líneas limítrofes de los carriles en las carpetas asfálticas de vialidades principales y las otros, la de las colonias.

Nada pasaría si suspende una semana en las radiodifusoras de la entidad, su noticiero pagado llamado Puntualizado, que fuera de fobias, ya chale.

Dicho por la alcaldesa de la capital, Chihuahua es un Municipio, hermoso, progresista y seguro, bueno así lo dice, pero aparte de alumbrado público al que no le van a poner ni una vendita adhesiva, para provocar que se apruebe el adeudo por 15 años con una inversión multimillonaria; el tema de la señalización, se parece mucho a la realidad de los baches. Ahí están pero sólo los automovilistas lo ven y lo padecen.

Desde luego nos queda claro que la señalización de las vialidades y calles le corresponde al gobernador Javier Corral y su equipo de Ingeniería Vial, pero no le preocupan.

Habría que preguntarle al jefe de escoltas, al Capi Escamilla, cómo le hace para que el gobernador no se de cuenta cuando circular por tierra y no ver tanto bache, la falta de alumbrado público, y la ausencia de señalamientos.

La respuesta es que no le interesa, pese a que la combinación de falta de alumbrado, baches y señalamientos han ocasionado cientos de accidentes y pérdidas para los automovilistas chihuahuense.

Desde luego que no ha faltado quienes nos preguntas, si el gobernador Corral y la alcaldesa, Campos, tienen helipuerto en sus viviendas. La respuesta es que no. Pero no tenemos la certeza.