ES MUY probable que Morena, se vaya a decantar por una mujer para la dirigencia estatal, cuya elección a través de delegados está programada para la segunda semana de noviembre.
Y no es que se trate de temas de género, lo que sucede es que, entre los tres contendientes que encabezan las aspiraciones, una es mujer, dos son hombres y en el caso de estos últimos, no tienen las mejores condiciones.
Uno de los contendientes, tal vez el más fuerte, con trayectoria desde la fundación en Morena, Omar Holguín, el pero es que tiene el impedimento legal (del reglamento interno), por haber sido elegido tres veces consejero, lo que por ahora lo dejaría fuera. Aunque podría acudir a una controversia ante los órganos electorales locales, pero ya no hay tiempo suficiente o que el partido parche la convocatoria y estatutos. De que se puede se puede.
El abogado Oscar Castrejón quien aspira y fue electo consejero de Morena, tiene en su contra su pasado priísta lo que a lo morenistas de hueso colorado le tienen una resistencia hasta natural, que acaba en fobias.
En este escenario, aparece la figura de Elena Roja, también recientemente electa consejera política, pueda llevar a la dirigencia sin cuestionamientos, de hecho hay un fuerte apoyo del denominado colectivo de Morena.
El mecanismo de elección de acuerdo con la convocatoria está programado para el próximo 10 de noviembre, en una asamblea que previamente registrará y revisará los documentos de los aspirantes, para que sean votados por los 90 consejeros estatales.
Luego de esta elección, los mismos consejeros más los representantes de cada entidad, renovarán la dirigencia nacional, en fechas programadas para los días 23 y 24 del mismo mes.
YA LO habías comentado que Don Patricio Martínez, ex alcalde, ex gobernador y ex senador, además de un empresario exitoso, se mueve como pez en el agua; se deja querer, buscar y apapachar.
Sin tantos adjetivos decíamos en este mismo espacio que se le da, le cuadra, se considerado como uno de los políticos neos y que quienes aspiran (a la gubernatura), lo busquen y que aparezca en las fotos, como el Padrino del próximo.
El argumento del dicho sería que hace menos de dos semanas se junto con Armando Cabada Alvídrez, el acalde independiente de Ciudad Juárez en La Calesa, en una mesa en donde estuvo también el ex alcalde Marco Adán Quezada. Ambos por cierto (Patricio y Marco), compadres de otro ex gobernador, José Reyes Baeza.
Ya sabemos que en política no hay coincidencias y por lo tanto aparecer en primera fila el fin de semana pasado en el informe del senador morenista, Cruz Pérez Cuéllar, tampoco es lo es.
Como tampoco lo fue haber acompañado al ex gobernador César Duarte Jáquez, en sus primero eventos como gobernador recién estrenado.
Patricio en realidad hace 15 años, pensó en ir a la mecedora, pero evidentemente sólo lo pensó, como Padrino, quiere dejar la imagen, la intención del poder tras el tronó, a la vieja usanza de un sistema que suponemos está agotado.
UNA PENA ajena de todos los usuarios de la asegurada AXA, lo que le ocurre con un lector de nuestro portal, el que en dos ocasiones ha hecho su denuncia pública, con pruebas y argumentos suficientes que colocan a esa empresa como poco elegible para quienes han confiado en sus servicios de aseguranza.
El afectado adquirió un Mazda 3 en modelo 2017 y ocho meses y ocho meses después ya en 2018, sufrió un siniestro en Ciudad Juárez, en donde el vehículo se inundó.
Durante más de un año la agencia AXA, en donde se aseguró el vehículo, lo envió a reparación a un taller concesionado, pese a que en el catálogo de siniestros aparece el de inundación o anegación por causas climatológicas, lo que de entrada, representa una pérdida total.
Pese a lo sucedió, AXA mandó a reparación el automóvil. El propietario pagó 12 mil pesos en números cerrados (por el deducible), pero pasó un año y meses, entre vueltas, pagos, peritajes, facturas, presupuestos y demás, para que la aseguradora reconociera la pérdida total.
Después del año, es decir octubre de 2019, la jefa de siniestros, Janeth Carolina Sosa, acepta pagar el accidente bajo el concepto de pérdida total, pero a precio del Libro Azul 2020, lo que significa una reducción para el propietario de 86 mil pesos, pues el accidente fue en el 2018 y de entrada quieren aplicar una depreciación del auto calculada para próximo año.
Dicho de otra manera, por responsabilidad que le corresponde a la aseguradora, por no responder en un mes, como se establece en el contrato, ahora en este caso deprecia la unidad, que siempre mantuvo en su poder y bajo su responsabilidad, con tarifas como si el automóvil, hubiese circulado y el accidente se haya presentado en próximo año.
Cosa de aseguradoras y en particular la señalada, en donde todo mundo o por lo menos las víctimas, se preguntan quién debe intervenir a favor de los afectados, en estos tipo seguros, que resultan realmente muy onerosos, con resultados como el que presentamos. Pena ajena, decíamos