SI NO HAY cambios de agenda, como suele suceder, el próximo viernes 10 de enero estará en Ciudad Juárez, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
El único tema, por parte de AMLO, será la inseguridad y violencia que sufre esa frontera y por desgracia, hay que decirlo la mayor parte del territorio estatal.
El Presidente y el gabinete de seguridad nacional, sesionarán en Ciudad Juárez a la seis de la mañana y a la siete, Amlo dará su acostumbrada conferencia mañanera.
Una hora para el tema de seguridad en Chihuahua, es nada, y nada va a surgir, menos cuando es conocido de todos que, el gobierno federal, ni los estatales ni los municipales, tienen una estrategia en contra de las actividades del crimen organizado.
Arreglar el mundo en una hora, ahora sí que, ni Superman ni toda la Liga de la Justicia. Es imposible.
Es más hay que ver si el gobernador de Estado, Javier Corral Jurado, va a acudir a la reunión, pues ya sabemos que ha sido duramente criticado por sus inasistencias y su poca actividad tempranera en materia de chamba.
Además, de la balconeada que a nivel nacional le puso recientemente en este tipo de reuniones el Secretario Nacional de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, en donde le dijo lo que ya sabemos todos los chihuahuenses.
BUENO pues, cosas que hay que saber y luego escribir. Resulta que el diputado local, el ex “derechohumanista” de Ciudad Juárez, Gustavo de la Rosa Hickerson, ahora se ve como aspirante a la gubernatura del Estado, para el próximo año.
Dice que estarían él, Rafael Espino y su sobrino el virrey, Juan Carlos Loera de la Rosa, están más puestos para que para, que la raza elija por bonitos, caballos gordos y percherones.
Desde luego que el legislador de Morena tiene el derecho de considerarse aspirantes, y aunque dice que tiene trabajo y méritos, pues simple y llanamente no los acredita, (ni los unos, ni los otros).
El fin es El Pichu, el cholo de Juárez, quien en sus haberes intentó ser rector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez; en el gobierno morenista quiso ser el segundo en Bienestar con su sobrino; pretendió también ser Presidente de la Comisión de Derechos Humanos y si seguimos buscando, alcalde en Ciudad Juárez.
Claro El Pichu, exige que se reforme la Constitución para alcanzar la candidatura a la gubernatura, pues debe tener menos de 70 años y ya anda en los 72. No cabe duda que el mal ejemplo cunde y los años pegan en el físico y en el cerebro.
Finalmente ya sabemos que El Pichu, se cuelga de su sobrino y ahora del empresario Rafael Espino, quien por cierto de todos los candidateables por parte de Morena, es el más cercano al Presidente López Obrador. El si se lleva de piquete de ojos, narices con el primer mandatario, lo del Gus, lo de siempre, puro blof.
