FINALMENTE se realizó el cambio más anunciado de las semanas recientes, dentro del Gobierno del Estado, con la salida de Víctor Quintana Silveyra, de la Secretaria de Desarrollo Social.
Quintana no logró superar las expectativas que había generado, sobre todo en el tema de atención a grupos vulnerables, género, más los indígenas que habitan en la sierra de Chihuahua y sobre todo el gran yerro se localiza en la fallida reconstrucción del tejido social que hoy más que nunca, se visualiza roto.
Pese a su perfil de luchador social, sobre todo en las campiñas estatales, a Quintana le ganó el burocratismo la nómina, los años u otras aspiraciones pues siempre se le percibió desenganchado, alejado de las causas que antes encabezadas con un desempeño muy al estilo del viejo priísmo.
Dicen que Quintana se va a la secretaria del Bienestar con la subsecretaria, Ariadna Montiel, (el problema es Loera), circunstancia que no ha sido confirmada y que en podría tratarse de de otorgarle una buena salida, pues eso tendría muchas implicaciones políticas y de cara a la elección del candidato del Morena, pues como partido tiene otros planes, en donde el ahora ex funcionario no aparece.
No hay que olvidar que por lo pronto Quintana Silveyra, está expulsado de Morena que se reciente solicitud de reafiliación se ha negado, por lo menos de manera extraoficial.
Quintana será sustituido en Desarrollo Social por el panista Luis Aguilar Salazar, quien ayer solicitó licencia como diputado local. Hay que ver si el camarguense las puede o si otra vez, chapulinea para ir a buscar la alcaldía de su terruño.
EL SEGUNDO cambio en el gobierno estatal anunciado ayer fue el arribo de Carlos Alfredo Olson San Vicente, quien ocupará la subsecretaria general de gobierno. Llega de la dirección administrativa del Superior Tribunal de Justicia.
Olson está formado dentro del ala tradicional del PAN, lo que antes de conocía como la Familia Feliz, en la que estaba inmerso el gobernador Javier Corral Jurado. No obstante, mantiene buena relación con los dhiacos de ultraderecha panista.
Habría que ver si Olson, mantiene su proyecto personal de buscar una diputación como lo había dicho y aprovecha esta excelente plataforma o se queda a concluir el periodo gubernamental.
Y PARA NO dejar los cambios en las esferas gubernamentales, la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, le pidió la renuncia al director de Pensiones Municipales, Juan Antonio González Villaseñor y a todos los directores del organismo que garante de jubilaciones, pensiones y salud de los servidores públicos del municipio, es decir, al de Administración, Planeación, Jurídico, servicios Médicos, quienes integraban el Comité de Compras.
El despido llamó de manera extraordinaria, pues se trata de un servidor público que por tercera ocasión ocupa la posición y que en el papel gozaba de la confianza de la alcaldesa, del panismo de los sectores empresariales y salud.
De hecho el funcionario tras su despido se dijo sorprendido y que se va con las manos limpias y con la mirada al frente.
Por lo pronto, mientras no se vaya al fondo, por el decir de la alcaldesa, Juan Antonio, estaría metido en temas de corrupción en la adquisición de medicamentos y equipos, en donde el Órgano de Control Interno va a profundizar.
Lo raro de tema, es que el Síndico municipal, Amín Anchondo, ni por enterado se dado, menos ha levantado la mano o informado lo ocurrido, por lo tanto ni denunciado. Por algo será.
Alguien también debería llamar a cuentas al Síndico, por omisión o por su silencio. El tema no es menor en la alcaldía de Chihuahua y aunque se despide a presuntos implicados, el tema debe ir más allá.
Sin querer queriendo, un nuevo escenario que disminuye los puntos positivos a la alcaldesa campos, y suponen una resta a sus aspiraciones a la gubernatura, Finalmente el símil sería, es otro bache de los miles que existen en la capital; sobre todo si existe responsabilidad y no van a la cárcel.