AL GOBERNADOR del Estado, Javier Corral Jurado, no le quedó otra más que replantear la nueva multa que se aplica desde el lunes, a los propietarios de vehículos, en donde viajen más de dos personas adultas.
La reversa vino por el rechazo generalizado de los automovilistas, quienes consideraron que la medida es recaudatoria, sin reglamento, ni sustento jurídico y que en poco ayudaría a la expansión de virus Corona, pues en los automotores particulares viaja generalmente la familia, que comparte a diario, espacios, el aire, las bacterias y hasta los virus.
Se estableció la multa “por otro concepto”, dice la boleta, por 520 pesos, pero el gobernador dijo en su mañanera, que era falso, y que el costo sólo sería de 200 pesos, si se pagaba en los próximos cinco días, serían sólo 100 pesitos, casi casi nada.
Corral sabe que estas medidas, similares a las foto multas, es la respetable escala, son siempre rechazadas por los chihuahuenses, e incluso supongo que recuerda, que en su campaña prometió derogarlas, porque eran recaudatorias y no preventivas de accidentes sobre todos los fatales.
La recaudación oficial desde luego está a la baja con todos en casa, sin empleo y sin dinero, pero se debe entender que es pasajero, pero además que no se pueden estar inventado formas de recaudación en el nombre de la Pandemia, sería tal como si se quisiera cobrar por respirar, ahora que el aire está tan limpio como virulento.
OTROS caídos del Decreto son los trabajadores, que por alguna razón laboral después de las ocho de la noche, a quienes ahora se le ve caminando, pidiendo rait, hacinados en pick ups, y en el mejor de los casos trasladados por sus esposas (os) a los centros labores.
El decreto cortó los camiones a las 20:00 horas y ahora sí que háganle como quieran, sin medir consecuencias, cuando la estrategia debió ir en apoyo de los trabajadores por lo menos de los esenciales y ampliar el servicio hasta la media noche para que los desplazamientos en el transporte público sean con 10, 20 o 30 pasajeros como se dijo.
El grave problema es que se ordena, sin reflexión, sin medir consecuencias, porque se hace desde los escritorios y sin conocimiento de campo, o dicho popularmente, hágase señor la voluntad en el buey de mi compadre.
Los recientes cinco ex gobernadores, es decir, los cuatro que reunió Corral más Duarte, siempre abordaron el transporte público, aunque sea para la foto. Falta conocer si el actual, nos regala esa gráfica. Que consté que sería de portada, más si se hace en tiempos pandémicos.
POR CIERTO y pese al Decreto los camiones urbanos, muchos de ellos no están exigiendo el cubre bocas para ingresar a las unidades, pese a que es obligatorio y tampoco las están sanitizando cada dos horas.
El transporte urbano bajo estas condiciones y permitiendo el acceso y traslado de más de 30 personas, en poco van a ayudar en la expansión de virus y la ampliación de la Pandemia.
Ahí es donde el gobierno estatal quien tiene la rectoría y normatividad del transporte público en el Estado, debería tener una real intervención, si en realidad el tema de salud está en la agenda.
YA QUE el tema de fumigar o sanitizar desde el aire algunos municipios está de moda, como en Parral y Ciudad Juárez, cosa que, dicho por los especialistas y autoridades de salud en el Estado y federales no sirve de nada, la alcaldesa de Chihuahua podría hacer lo propio por lo menos para no quedarse atrás de los acaldes Independientes que van en el mismo carril hacia el 2020.
No debe dejar pasar que, tanto Alfredo Lozoya el auto llamado Caballo de Parral, sanitizó la capital de Mundo con sus avionetas y que Armando Cabada Alvídrez, hizo lo propio en Ciudad Juárez. La presidenta municipal, bien podría utilizar su equipo de drones, digo para que se vea diferente y hacer lo mismo.
El detalle como diría Cantinflas, es que los drones, nunca se han visto, ni siquiera en los desfiles del 16 septiembre y 20 de noviembre y mucho menos surcar los azules cielos de Chihuahua.
