EU.- Investigadores han identificado las células en los pulmones humanos, fosas nasales y los intestinos que son más vulnerables al nuevo coronavirus COVID-19.
El equipo internacional de expertos utilizó una base de datos de los genes que activan las células para identificar los tipos de unidades que producen las dos proteínas que COVID-19 a partir del virusSARS-COV-2 usa para ingresar e infectar células.
El grupo de científicos también descubrió que el coronavirus ha evolucionado para valerse del interferón, una proteína que normalmente ayuda al cuerpo a combatir las infecciones virales.
Estos hallazgos pueden ayudar a guiar y encaminar el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos, o la identificación de medicamentos existentes que podrían reutilizarse para combatir el COVID-19.
Poco después de que comenzara el brote de COVID-19, los expertos descubrieron que la proteína ‘espiga’ del virus se une al receptor en las células humanas llamada ACE2, abreviatura de ‘enzima convertidora de angiotensina 2’, que se cree que protege los pulmones del daño.
Estos hallazgos pueden ayudar a guiar y encaminar el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos.
Una segunda proteína humana, una enzima llamada TMPRSS2, ayuda a activar la proteína espiga, permitiendo que el coronavirus ingrese a una célula objetivo si están presentes estas proteínas de unión y activación.
El estudio, publicado en la publicación científica Cell, incluyó el análisis a gran escala de decenas de miles de células humanas, de primates y de ratón.
El investigador José Ordovas-Montanes del Boston Children’s Hospital, uno de los coautores del estudio, manifestó: “Tan pronto como nos dimos cuenta de que el papel de estas proteínas había sido confirmado bioquímicamente, comenzamos a buscar dónde estaban esos genes en nuestros conjuntos de datos existentes”.
“Estábamos realmente en una buena posición para comenzar a investigar cuáles son las células a las que este virus podría atacar”, agregó el inmunólogo.
Los investigadores habían reunido una base de datos de los resultados de los estudios existentes, algunos realizados por el propio equipo, que utilizaban la llamada ‘tecnología de secuenciación de ARN de una sola célula’ para determinar qué genes activan qué células.
“Debido a que tenemos este increíble depósito de información, pudimos comenzar a ver qué probablemente serían células objetivo para la infección”, explicó el autor y químico Alex Shalek, del Instituto de Tecnología de Massachussets.
“A pesar de que estos conjuntos de datos no fueron diseñados específicamente para estudiar COVID-19, es de esperar que nos haya dado un salto para identificar algunas de las cosas que podrían ser relevantes allí”, agregó.
En el estudio, los investigadores se centraron en los tipos de células catalogadas que se encuentran en los pulmones, fosas nasales e intestinos, todas las áreas del cuerpo que se sabe que son afectadas por el nuevo coronavirus, en comparación con las células de órganos no afectados.