Por fortuna la sangre no llegó al río en Ojinaga; los productores, por el despojo del agua que les corresponde de la presa El Granero, incendiaron un vehículo de la Secretaría del Bienestar y volcaron otra. Después se varias horas, hasta pasadas las 9 de la noche, tuvieron detenido a funcionarios federales debido a que no llegaron a acuerdos.
Hemos señalado que la violencia no es generadora de soluciones, que en cualquier conflicto se debe ponderar el diálogo, que dé paso a la negociación y a los equilibrios, esa es la mejor alternativa.
Pero ayer, bien por los productores, pero mal por la autoridad federal, encabezada por el súper delegado del Bienestar, Juan Carlos Loera, quien lejos de llegar a establecer una mesa mediadora de conflictos, no ofrece soluciones, por el contrario, mostró una actitud ensoberbecida y obstinada para cumplir por adelantado un pago del agua que no se está exigiendo y en donde bien podrían esperar hasta octubre que haya captación de lluvias, escurrimientos y los retornos de agua, sin problemas.
El súper delegado carente de argumentos, seguramente por desconocimiento del tema, jura y perjura que hay suficiente agua en El Granero; una presa que de entrada, es reguladora y no almacenadora, para pagar en parte el tratado de agua con los Estados Unidos.
No obstante, los productores del centro sur del Estado y de la región de Aldama-Ojinaga, tienen dudas fundamentadas de que ese líquido vital que va hacia Tamaulipas, haya sido comprometida por la Cuarta Transformación y Morena.
Aunque fuera un abono, un anticipo, existe tiempo suficiente para el pago; por qué la prisa y por qué el uso del ejército para este motivo, si durante 80 años se ha cumplido el Tratado. Pese a las peores sequías, los productores son gente de palabra, pero la Federación para este caso, no. Ni un acuerdo previo han cumplido.
Incluso en el peor de los casos, hay cinco años de gracia según el Tratado de 1944, ante una sequía prolongada por ejemplo, para pagar el agua en tandas, cuando las presas acumulen el agua suficiente.
Pero además no se debe olvidar que Chihuahua paga el agua a Estados Unidos, por el agua que reciben en la península de California por parte del vecino país del norte; dicho de otra, manera otros reciben el agua y nosotros pagamos, sin que la federación y menos con este gobierno, compensen a los chihuahuenses.
Esperemos que las aguas se calmen, pues los productores si bien son hombres de palabra, ya dijeron que ni una gota más y también saben acreditarla. La prueba de su recia conducta la manifestaron con la encerrona que le dieron a Loera y al alcalde Martín Sánchez.
Ambos permanecieron en plan de detenido durante varias horas hasta q finalmente cedieron: aseguraron que no habrá más saqueo de agua de El Granero.
Bueno una vez que la iniciativa de reforma electoral, que no será reforma ni iniciativa, llegó al Congreso local, ya fue turnada por el presidente del Congreso, René Frías Bencomo, el más corralista de los diputados a la Comisión de Participación Ciudadana.
La primera pregunta es por qué a Participación Ciudadana, cuando se trata de una iniciativa de reforma, en donde por Ley, debe de ir a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales y/o a Comisiones Unidas, por la importancia intrínseca de la propuesta.
La respuesta inicial es que en Gobernación, el mandatario Javier Corral, y el PAN no tienen mayoría y de entrada le iban a dar patadón, pero además, si era llevada al Pleno, no tienen los 22 votos necesarios para la que la iniciativa de reforma prospere.
La jugada maestra entonces, radica en que no sea reforma, sino propuesta de ley con la capucha de participación ciudadana, cuando por cierto los ciudadanos no quieren más elecciones ni a los partidos. En su caso va por las personas, es decir, los candidatos con independencia de partidos.
De esta manera la Ley Madero, sin lugar a dudas va a ser aprobada, como ley o norma, en donde en el Pleno sólo requiere mayoría simple para ser aprobada.
De ahí seguramente viene la impugnación vía amparos por los partidos o militantes que consideren afectados sus derechos individuales y constituciones; por lo pronto el balón se va a la esfera federal.
Para ese entonces el gobernador, a quien le van a regresar su ley patito, como sucedió con la Ley Bonilla en Baja California, va transcurrir en lo que resta del quinquenio como el mártir de la democracia en México.
En el fondo, Corral y sus asesores saben que es imposible que una ley (estatal) esté por encima de la Constitución, pero le otorga la bandera que requiere para moverse como el nuevo Madero y hasta en el caudillo del norte.
Buena jugada maestra, aunque varios de su propio partido le llaman perversa, pero se entiende, Corral tiene un origen no democrático en la política y en su paso por el gobierno estatal nada aportó en beneficio de los chihuahuenses, o sea no hay bandera que valga y le de proyección nacional. Ese es el interés real.
Por lo tanto, ahora el mártir de la democracia; esa llana abstracción, le puede alcanzar para cual Quijote con macha y sin Sancho, cabalgar al centro del país como el nuevo redentor.