Presión pinta naranja la capital -En norte se queda en rojo -La política se impone a la salud -No hay vacunas contra tuberculosis

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Como lo adelantamos hace unos días en este espacio, este lunes, Chihuahua  cambia en el semáforo, del color rojo a naranja, con excepción de la zona norte que encabeza Ciudad Juárez.

El color naranja implica la reapertura del comercio formal e informal con un aforo de un 30 por ciento, mientras que los restaurantes, hoteles, estéticas y otros giros se permitirá en un 50 por ciento.

En la industria o empresas productivas, el porcentaje se ubicará hasta el 50 por ciento; lo mismo aplica para parques y lugares abiertos. En todos los casos los aforos serán fundamentales como la sana distancia y las medidas de higiene.

Quienes continúan sin apertura son los casinos, bares, antros, cantinas, albercas, deportes, conciertos, salones de eventos sociales y fiestas privadas (prohibidas).

Las escuelas y la cátedra continuarán paralizados, mientras que las oficinas gubernamentales se aumentarán del 30 al 50 en personal en las actividades no esenciales. El cubre boca es obligatorio por lo menos hasta octubre próximo.

La región norte continuará en semáforo rojo, en donde se ubican los municipios de Ahumada, Ascensión, Buenaventura, Casas Grandes, Nuevo Casas Grandes,  Galeana, Guadalupe, Janos, Práxedes G. Guerrero y Ciudad Juárez.

En el color rojo del semáforo las restricciones son totales y el confinamiento social obligatorio. Esa región deberá de esperar por lo menos una semana más para ver si el color se modifica.

Salvo Ciudad Juárez, el resto de la región norte bien pudo haber cambiado a Naranja, pues los indicadores que se tomaron en cuenta para el resto del Estado, son similares a los de la capital, incluso mucho mejores.

Resulta obvio, que el gobernador, Javier Corral Jurado y el gabinete de salud, no quisieron aislar o discriminar a Ciudad Juárez, por razones más políticas que de salud.

Pese a que Chihuahua como estado tiene una docena de municipios totalmente limpios, la estadística epidemiológica, demuestra que se debió transitar al color naranja por lo menos hasta el 30 de este mes.

No obstante, es también entendible que la presión del sector empresarial, con todas sus cámaras y del sector social (empresarial), estaban ejerciendo una creciente presión.

Desde luego para la región naranja que encabeza la capital, no significa la conclusión de la Pandemia, eso sucederá cundo exista un biológico o tratamiento eficaz.

Ahora lo importante es atender las medidas básicas, si no queremos regresar al terrible semáforo rojo y para que la zona norte se tiente de naranja.

Ligado al tema de la Pandemia hay una manifiesta y sustentada preocupación de cientos de padres de familia, que en las recientes semanas sino no es que en meses han registrado nacimientos, pues no localizan en ningún sistema de salud, la vacuna denominada BCG para prevenir la tuberculosis.

Se supone que el biológico se aplica de manera inmediata a los recién nacidos, pero ahora resulta que el gobierno federal no la ha surtido porque cambiaron los esquemas de compras masivas para evitar la corrupción, como si la inacción inoperancia y los riesgos de salud, no significaran lo mismo.

El caso es que, literalmente los padres de los recién nacidos no saben qué hacer o a quién acudir, la esperanza más cercana es que regresen dentro de un mes a ver si llegó la vacuna, mientras que el riesgo es presente y más en esta pandemia.