Palacio se apaga -Maru iluminada -Viene fuego del dragón -Don Chuy ni corvas

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El pronóstico del no a la iniciativa de la reforma corralista-maderista en materia electoral ya estaba más que cantado;  la propuesta traía fallas estructurales de origen,  sin tiempo para discusión  y consulta, pero también una anticonstitucionalidad manifiesta.

Además, se presentó en una emergencia nacional de salud, en medio de una crisis económica y violando la propia Ley de Austeridad, impuesta por el propio gobernador Javier Corral, en un escenario en donde de haberse aprobado significaría un desembolso oficial de alrededor de 300 millones de pesos.

Lo que realmente llamó la atención en el debate y la discusión, es que cinco diputados panista, votaron por el no y que fuera el ex corralista Jorge Soto, quien encabezara el bloque de las cuatro diputadas panista rebeldes (Rocío Alonso, Georgina Bujanda, Patricia Jurado y Marisela Terrazas).

El voto de los panistas fue suficiente para enterrar por lo menos en lo moral, el afán controlador de las elecciones por parte del gobernador Corral, con sus elecciones primarias y el propósito de dejar un manipulable para el próximo sexenio.

Este voto azul significa que el poder se agota; no es eterno, como lo hemos dicho, que el Gobernador ya no la tendrá tan fácil con otras iniciativas de amplio calado o  endeudamientos e incluso con el próximo presupuesto para su mocho ejercicio sexenal.

La otra lectura es que, la alcaldesa María Eugenia Campos Galván, se lleva la victoria, pues era ciertamente la más afectada, pero demostró su poder hacia el legislativo y al interior de su partido, en donde Rocío Reza Gallegos, su acérrima “amiguita”, perdió el rumbo y el liderazgo de ante sus diputados.

Del coordinador de la bancada panista, Fernando Álvarez Monge, mucho y poco qué decir; se le mojó la pólvora al incendiario de Chihuahua; se le acabó el poder económico de negociación o de plano rompió con Palacio de Gobierno.

Cualquier razón, circunstancia o argumento, conociendo a Corral, van a venir  consecuencias, pues ya sabemos que cualquier acción en la lógica de la condición humana, provoca una reacción.

A ver si Álvarez Monje continúa como coordinador; qué va a pasar con las chicas y chico rebeldes y a la oposición, aguas, ojalá y que no vaya a existir por ahí algún expediente abierto, porque la tendencia es que lo van a abrir más.

Y digamos que aunque la alcaldesa de la capital, salió casi en hombros en este tema, no se debe de dejar pasar que el ex candidato a la Presidencia Municipal, Alejandro Domínguez, le fincó un expediente muy delicado en la Fiscalía General del Estado.

No olvide, demostrado está, que la parte emocional del Gobernador, actúa en ese hemisferio y olvida al otro, el que razona.

El que de plano se vio muy arrastradín fue el diputado priísta Jesús Velázquez, quien como decía la india María, no es no de aquí no de allá, pero le hizo el favor a Corral con su voto.

Dicen que como el derecho constitucional no es lo suyo, menos las leyes o primarias y secundarias sobre la materia, optó por llevarle la contra a su ex fracción priísta, a tal grado que a lo mejor renuncia y se adhiere a la fracción del PAN.

La verdad y ante los vaivenees de don Chuy, la único que  justificaría su voto a favor de la reforma de Corral, es que le hayan regalado el boleto ganador de la lotería nacional o que por ser el duartista más duartista, le hayan convencido a través de una notificación ministerial de las bondades de la iniciativa de Corral. Bueno esas son las de Peniche y Cia.