Como si el horno estuviera para bollos, el diputado y dirigente estatal del PRI, Omar Bazán Flores, se plantó en la Fiscalía General del Estado, para exigirle al Fiscal General, César Augusto Peniche que le se carrilla en lo procesos que se siguen en contra de servidores públicos, ante el proceso electoral que está en puerta.
Se trata según Bazán, de los procesos indagatorios que se han derivado de las observaciones hechas por la Auditoría Superior del Estado, en contra de funcionarios.
Pero el dirigente estatal, no sólo intentó acelerar los tiempos legalmente establecidos, si no además, exigió que en los casos de corrupción de ex funcionarios del priístas, no se mencione la palabra PRI, pues las fallas son de las personas y no de la institución.
Bien intencionado en diputado para el tema mediático; en los otros sólo son llamados a misa, sabe que todo lo utilizable para su partido y otros, estará en las guerras sucias y limpias en los próximos meses, pero también debería considerar que no se puede negar la cruz de la parroquia.
El hijo prodigo del Partido Acción Nacional, el ex alcalde, Juan Blanco Zaldívar, decidió regresar a su institución política, luego de varias reuniones con personajes de Morena, estuvo a punto de llegar a la candidatura por Morena.
El mejor escenario para Blanco fue cuando Yeidckol Polevnsky, en calidad de secretaria general de Morena, ocupaba la presidencia y a través del senador Cruz Pérez Cuéllar, se le ofreció esa posibilidad.
Sin embargo, ante la recomposición de la dirigencia nacional, con Alfonso Ramírez Cuéllar y la chihuahuense Bertha Luján tras el poder, es escenario para Blanco Zaldívar se modificó y decidió regresar al PAN de donde ciertamente, nunca se fue, por lo menos no de manera oficial.
No se deja de lado que en estas en esta toma de decisiones, el también ex senador federal, sostuvo por lo menos, una reunión con la alcaldesa María Eugenia Campos Galván, en el Palacio Municipal, en donde el gran acuerdo fue ganar-ganar.
En su reciente entrevista radiofónica en Cuauhtémoc, la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, aseguró que vive en una casa rentada, con lo que intentó descalificar las acusaciones en su contra por la recepción de cantidades millonarias por parte del ex gobernador, César Duarte Jáquez.
Si el argumento fuera suficiente; habría que anteponer otro igualmente sencillo como lo son los pagos por 18 mil pesos que hace de sus propiedades (viviendas) o una de ellas, por concepto de Impuesto Predial.
Por lo tanto eso no modifica o infiere en las en sus acusaciones en su contra. Si quiere vivir en casa de renta es su decisión, porque propiedades tiene y varias.
La alcaldesa tampoco le dijo al conductor Anibal Moreno, que por lo menos durante dos años vivió en un departamento de lujo en una de las torres más VIPs, de la capital, el que por cierto, las malas lenguas aseguran que fue un regalito de un empresario desarrollador de fraccionamientos y complejos industriales.
