De la REDACCIÓN
ROSALES CHIH.- Los agricultores buscan verificar las condiciones de la derivadora de la presa y por ello trataron de rodear la valla de los efectivos militares, quienes portaban equipos antimotines y rifles para lanzar granadas de gas lacrimógeno y balas de goma.
Los manifestantes fueron dispersados con esta acción y tuvieron que correr para librarse de las balas de goma y los gases lacrimógenos, lo que fue calificado por el diputado local Jesús Valenciano como una cobardía.
Salvador Alcántar, presidente de la Asociación Estatal de las Unidades de Riego en el Estado, con los ojos llorosos por el gas y con la impotencia reflejada en el rostro dijo que “somos muy pocos, por lo que se está llamando a la gente a que se congreguen para apoyar”.
“Esto es un abuso lo que están haciendo, hay niños, es un atropello a todo México, consideró el alcalde morenista José Ramírez, presidente municipal de Rosales, quien consideró también que el Gobierno Federal ha dicho que no se debe robar, no mentir no traicionar y es lo que está haciendo el Gobierno de Morena, robando el agua de los chihuahuenses”.
Esta acción de las fuerzas federales provocó la molestia entre los manifestantes, quienes llamaron a radicalizar sus acciones e incluso alguien convocó a “quemar Conagua”.
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