-Ni la pandemia evitó enfrentamiento entre agricultores y la Guardia Nacional
CHIHUAHUA CHIH.- El problema del agua en Chihuahua es demasiado complejo. El flagelo de la sequía es constante, existe sobreexplotación de importantes mantos acuíferos; la delincuencia acaparó tierras productivas y nadie frena la corrupción en las concesiones y robo de agua. A esto, hay que agregar los fuertes intereses políticos y el conflicto con Estados Unidos por el supuesto incumplimiento del acuerdo internacional en la entrega del agua de la cuenca del Río Conchos.
Los campesinos han sido tajantes al afirmar que ni una gota de agua saldrá de las presas de nuestro estado para beneficiar a Estados Unidos, ni tampoco para los agricultores de Tamaulipas y Nuevo León, ya que se ha cumplido en tiempo y forma con el Tratado Internacional de 1944.
La Comisión Nacional del Agua, que dirige Cristina Jiménez, con el argumento de acatar el compromiso, pretende extraer 512 Mm3 de agua de las presas: “La Boquilla”, “El Granero” y “Las Vírgenes”.
Sobre el problema, los involucrados han defendido su propia “verdad” por ejemplo para los integrantes de la Asociación de Usuarios de Riego del estado de Chihuahua, dicen que las presas agrícolas sólo tienen agua para este ciclo, además ya pagaron la deuda y hasta por adelantado.
Según Conagua, el Tratado de Aguas obliga a EEUU entregar a México mil 850 Mm3 a través del río Colorado en Mexicali, mientras que nuestro país aportará 431.7 Mm3 en periodos de cinco años.
Pero los agricultores han manejado un nuevo elemento, es el supuesto envío de agua a Tamaulipas, con el argumento de la sequía, pero que se pretende beneficiar a un líder agrario que quiere ser candidato a gobernador por Morena y se comprometió dar agua a miles de agricultores.
Los campesinos de los distritos de Riego 05, 09 y 103 que comprenden los municipios de: Delicias, Rosales, Conchos, San Francisco de Conchos, Julimes, Meoqui, Saucillo, La Cruz, Camargo, Aldama, Ojinaga, Coyame y Manuel Benavides, ya no creen en los argumentos de Conagua.
A pesar de que Andrés Manuel López prometió que la Guardia Nacional protegería al pueblo (abrazos) en este año ha habido tres enfrentamientos con los productores: el primero el 4 de febrero en San Francisco de Conchos y Camargo; el segundo el 7 de junio en Ojinaga, municipio cercano a la presa “El Granero” y el tercero el 19 de julio en Rosales.
En estos actos violentos se han registraron cuando menos 15 lesionados, entre ellos el presidente municipal de Rosales, el “morenista” José Ramírez Licón; unos 30 vehículos dañados; toma de varias casetas de peaje; bloqueo de carreteras y puentes internacionales como el cruce Ojinaga-Presidio; y la posible privación ilegal de la libertad del superdelegado Juan Carlos Loera. Existen denuncias ante el Ministerio Público federal y la Fiscalía del estado, pero permanecen en el olvido.
Aun y cuando nos encontramos en el pico más alto de la pandemia con más de 42 mil muertos y cerca de 400 mil contagiados en el país (cuarto lugar mundial), miles de agricultores olvidaron las normas sanitarias, como la sana distancia y el cubrebocas y salieron a defender el agua.
En la investigación denominada “El Río Conchos: un informe preliminar” de Mary E. Kelly, la directora del Centro de Estudios Políticos de Texas dice: “México se encuentra endeudado porque la sequía le ha forzado a utilizar más agua del río. Algunos texanos han declarado que México ha violado este tratado, una queja que ha llamado la atención en Washington”.
En el ciclo que terminó el 2 de octubre de 1997, México debía 1,240 Mm3. Ya para febrero 2000, se habían liberado 841 Mm3 y dejado el déficit en 480 Mm3, cantidad que según los norteamericanos sigue vigente.
La Comisión Internacional de Fronteras y Aguas ha tenido reuniones con gobernantes y usuarios de agua en los dos países con el fin de poner fin al conflicto. Pero no hay avances.
AMLO: Las protestas tienen interés electoral
Mientras que Javier Corral asegura que hay suficiente agua para el presente ciclo agrícola y pagar a Estados Unidos, López Obrador manifiesta que el compromiso se cumple para evitar castigos por cierre de puentes y aranceles, “pero como hay elecciones en Chihuahua, ahí andan aprovechándose de la circunstancia”. Respuestas que no convencieron a los campesinos.
Pero AMLO no puede quedarle mal a su amigo y aliado Donald Trump, máxime que éste busca la reelección presidencial para el 3 de noviembre. Y un faltante de agua para los agricultores de Texas, sería fatal en la captación de votos.
Hay muchas causas en la crisis hídrica, pero aquí van las que se consideran las más importantes:
1.- La precipitación disminuye. En el 2017 fue de 465 mm, el 2018 de 365 mm y el 2019, de 235 mm.
2.- Falta de infraestructura hidráulica (la presa Boquilla fue construida hace más de 100 años).
3.- La sobreexplotación del agua. De 61 mantos freáticos, 19 ya están agotados.
4.- El Tratado Internacional de Aguas debe actualizarse.
6.- Corrupción en la entrega de concesiones para uso del agua (pozos).
7.- Gran crecimiento en variedades que requieren más agua (nogal, alfalfa).
8.- Creación de nuevos centros productivos con uso excesivo del agua, (Oasis menonita en Ojinaga.
9.- La delincuencia se apoderó de territorios con agua (silvicultura, ganadería, agricultura) y son zonas “vedadas”.
10.- Gran sedimentación, por lo que la capacidad de las presas es menos de lo que se dice en EEUU.
11.- Excesivo “burocratismo” en Conagua, en consejos estatales del agua y autoridades estatales.
12.- Fuertes intereses políticos en torno a venideras elecciones.
El gobierno mexicano y demás involucrados no le han dado solución a la grave crisis por el agua, lo que ha provocado serios conflictos, como los recientes enfrentamientos entre campesinos y elementos de la Guardia Nacional que custodian las presas locales. Los agricultores han dicho que están dispuestos a morir en la raya.
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