LA MODIFICACIÓN estatutaria hecha por el PRI a nivel nacional abre en términos generales la posibilidad de alianzas, incluso con el Partido Acción Nacional, circunstancia que históricamente en Chihuahua no se ha presentado.
En términos generales, la reforma busca privilegiar a dirigentes jóvenes (en los tres niveles, así como la participación de la mujer, desecha candidaturas con antecedentes de violencia política y establece condiciones de lealtad a la institución.
Sin embargo, lo que realmente atrae la atención es que en el fondo se está construyendo un frente político, incluso empresarial, en busca de candidaturas únicas, no necesariamente con militancia, pero con el apoyo de PRI y PAN y otros partidos políticos, a fin de que Morena no triunfe en Chihuahua.
Como ya se ha adelantado se busca un frente amplio que genere en consenso con los mejores perfiles para todas las candidaturas de la entidad, en donde, dice el maquiavélico, se busca también que el presidente Andrés Manuel López Obrador pierda la mayoría en el Congreso y éste se convierta en un real contrapeso hacia la Cuarta Transformación.
Esta estrategia que se está realizando en el norte, centro y noroeste del Estado, se replica en otras regiones de entidades del país, en donde hace un par de años, nadie imaginaba una unión de este tipo, en donde no descarte que por lo menos en Chihuahua también vaya el PRD, de Pável Aguilar.
ANTE ESTE escenario, no debe dejar de lado que el resto de los micro partidos se irían en alianza o coalición con Morena; saben que no tienen posibilidades reales, ahora sí que de nada y lo que les dé una alianza será más que suficiente.
Hay que esperar para conocer cómo va a jugar en la próxima elección Movimiento Ciudadano, si como se dice en Comunicación Política, vende la marca, tal vez, a un independiente.
Lo anterior, sin dejar de lado que los probables independientes, sobre todo a quienes aspiran a la gubernatura, pueden ir por la libre o participar en este frente, en el protagonismo total, o en alguna candidatura colateral, que nunca será despreciable y bajo la premisa que todos buscan la gubernatura y acaban en diputaciones y alcaldía.
DESDE luego esta posibilidad de alianzas PRI-PAN, no pareció a la alcaldesa de la capital, María Eugenia Campos Galván, quien ciertamente ya se vio como la candidata del PAN a la gubernaturas, de hecho ya trae cuatro años trabajando en el proyecto.
El pero es que en esta alianza, más la participación de un personaje híbrido, no aparece, por dos razones, la primera porque el gobernador, Javier Corral Jurado, no la quiere como candidata y la segunda porque el PRI en alianza tampoco.
Por lo tanto las cosa se complican en esa aspiración y su declaración de ayer va en ese sentido y bajo el librito en mano, con declaraciones tan débiles como conocidas en el sentido de que el partido será quien decida y bla bla bla.
Desde luego que en esta configuración política electoral, la filosofía central es que por primera ocasión, los partidos políticos podrían sacrificar sus candidaturas podrían ser sacrificadas, por lo menos a lo que se refiere a la gubernatura.
