LOS DICHOS Andrés Manuel López Obrador, antes y ahora que es el presidente de la República, son: No robar, no mentir y no traicionar. También debió agregar no matar.
Para los chihuahuenses en específico, para los productores del centro sur y la región de Ojinaga, ya faltó a sus tres principios y el cuarto que no anotó.
A los productores y por lo tanto a Chihuahua, les robó el agua, les mintió, los traicionó, mató a una mujer e hirió de muerte a la pareja de ella.
Por qué tanto odio, por qué tanta saña en contra de Chihuahua, no lo sabemos; hay quien dice que es la confrontación política entre el presidente y el gobernador, Javier Corral, peso eso alcanza para tanto, de hecho para nada. Al contrario ya conocemos que Corral nada le interesa, anda pensando en la consecución del poder, claro fuera de Chihuahua.
Menos el argumento presidencial de que se trata de politiquerías: Es robo, mentiras, traición y ahora sangre. La Cuarta Transformación ya le cobró una vida esperamos que en los próximas horas no se vaya a convertir en dos o más.
- Por cierto se trata de una pareja de agricultores, de una familia sólida, trabajadora como son en el campo; que no tienen para pagar la hospitalización de Jaime y que nunca iban estar en ninguna boleta electoral. Pero bueno, son elucubraciones de las mañaneras.
EN LA NOCHE del martes presuntamente personal de la Guarda Nacional, disparó en contra de una pareja de productores que se dirigía a casa después del participar en la protesta en la presa La Boquilla.
Jesy y Jaime, regresaban al seccional Cárdenas, en un modesta “troca” como se dice en el norte, esas que usan en el campo los verdaderos agricultores de a pie, cuando fueron atacadas por la parte trasera del vehículo, en el lugar quedó su vida Jessy; su compañero hoy se debate entre la vida y la muerte en un hospital de la capital.
La clase política de Estado reacción pidiendo que se investigue y se actúe conforma derecho. Los productores quienes justicia; esperemos que no vayan a buscarla por sus propias manos.
Ir en contra del Ejército definitivamente no es opción, pero los productores se encuentran en un círculo tan perverso como vicioso. Las puertas del diálogo se les han cerrado desde la dictadura estatal y federal.
Por cierto que en la noche de ayer arribó un contingente de varios camiones con elementos de Ejército a la altura de Jiménez; esperemos que se integren en la lucha en contra del crimen organizado y no vayan por las presas y en contra de los productores.
Hace dos años en Tlatelolco, AMLO prometió que nunca utilizaría a El Ejército en contra del pueblo. Otra promesa incumplida, nada raro. Ojalá y que mañana no vaya decir que es un compló ordenado por de los ricos ganaderos de Chihuahua o alguna otra ocurrencia.
EN DÓNDE está Morena, es la pregunta en común y social, ante este conflicto por el agua, que se ha convertido en crisis y que ya ha costado vidas humanas; seguirán pensando cómo el Presidente, la Conagua, los aspirantes a la gubernatura, los senadores, los diputados federales, locales el súper delegado, que son politiquerías.
Son vidas, ya no es sólo el robo del agua. Más el agravante de que la ejecución del saqueo de las presas de Chihuahua, se valieron de la milicia; ahora se conoce hasta hoy, que fueron los militares quienes atentaron de manera cobarde dispararon contra una pareja de productores, en donde una mujer falleció y otro está en terapia intensiva.
Muy grave la situación y el silencio cómplice; lejos estamos; pero en el norte inició la revolución que sin problema puede derribar la farsa de una transformación que no transforma y es de quinta, como la de Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba.
Imponer mentiras y traiciones, es más grave que asegurar que afirmar que los pájaros hablan, como diría en dictador Maduro; por desgracia hay gente que lo que cree; al igual que AMLO y su show mañanero.
