AYER corrió la versión del que el súper delegado del Bienestar, Juan Carlos Loera de la Rosa, habría presentado su renuncia o se la habían solicitado por razones que tienen que ver con el cumplimiento de las metas de los programas sociales, el problema del agua y corrupción.
Incluso se dijo que ya se había despedido de sus colaboradores, los más cercanos de su delegación y de otros delegados federales en el Estado.
La versión corrió y hasta ayer no se pudo corroborar pues mientras desde el Bienestar informaron que se encontraba en la Ciudad de México, otros señalaron que estaba de gira por la sierra tarahumara entregando apoyos.
El que causalmente fue llamado a la CDMX, fue Rodolfo Martínez, El Güerito, ex administrador de la Presidencia Municipal de Ciudad Juárez, a quien se le ha mencionado de manera insistente como el nuevo delegado del Bienestar.
Versiones o causalidades, lo que es un hecho es que entre lunes o martes, las cosas quedarán en firme en la súper delegación.
POR CIERTO, dicho por el diputado federal Alán Falomir, El Cabrito, desde la cámara baja, se han detectado sería irregularidades en los programas sociales que se aplican en Chihuahua.
Existen listados firmados por fantasmas, es decir, apoyos entregados con firma de recibido, pero la firma no es el beneficiario y el apoyo tampoco les ha llegado.
La pregunta entonces es en dónde está el dinero, que se supone se entrega y que no se recibe; quién o quiénes están firmando.? La respuesta finalmente no es tan complicada, Juan Carlos lo debe conocerla.
Dicho por El Cabrito a Chihuahua le llegan mensualmente 400 millones de pesos y el boquete es de varios cientos en la entidad. La denuncia va en camino a la Función Pública, pero ya sabemos que nada va a pasar: La gente de AMLO, es intocable. En la CuarT, no existe la corrupción.
EL EL ENTRAMADO del conflicto del agua de las presas de Chihuahua, que presentó López Obrador en la mañanera, como dicen ahora se pasó de la raya, por no decirlo de otra manera.
Presentó la su mafia del poder en la zona Centro Sur del Estado, con una larga lista de “delincuentes”; muchos más que los presuntos responsables de la Guardia Nacional que asesinaron a Yessi e hirieron de muerte a su esposo Jaime.
Ahora todos los fisis de Delicias, Camargo, Rosales y Conchos, son quienes invitan y provocan la violencia y exhibe a los Baeza. Fernando, como cacique, a Reyes como investigado por la Fiscalía Federal y a Héctor lo crucifica por haber dirigido la campaña de César Duarte.
Buena la estrategia de AMLO, sólo que desconoce que los Baeza, por ejemplo, habitan la región desde siempre y cultivan las tierras antes de ser gobernantes.
Del resto de la lista ni hablar. AMLO anda en el campaña electoral y como topo en el campo no le importara lo que destruye, nunca le ha importado, menos cuando incendiaba pozos petroleros el Tabasco, eso delitos nunca fueron politiquerías.
De Fernando Baeza, dijo que fue partícipe del fraude patriótico del 1986, cierto o no, lo que no dijo AMLO, que su director de la CFE, el multimillonario Manuel Bartlett Díaz, fue quien desde el centro del país lo ordenó y ejecutó el apagón de sistema electoral.
Poco memoria en su intento perpetuarse en el poder; pero esas son la cartas, es el juego del Presidente, mientras el agua de va en el único espejo en el desierto, chihuahuense.
Para los defensores y engañados de la CuartT, y al propio AMLO, que rápido se les olvidó que sus militares acribillaron y mataron a una mujer; que violaron el derecho constitucional a manifestarse.
Los chihuahuense tienen amplía menoría; lo de Yessi es un crimen de Estado y el Estado lo va a pagar, al igual que el robo del agua.