AHORA sí hay que decirlo, el senador Cruz Pérez Cuéllar, ha sido en claro en los temas torales, después de haber sido descalificado o descarrilado en su intención de ir por la gubernatura por parte de Morena.
Queda en la obviedad no va impugnar la designación de Juan Carlos Loera de la Rosa, aunque sigue sin reconocer el método de designación al que calificó de entrada de cuchareada y fraudulenta, o sea, la famosa encuesta.
Resulta comprensible que el senador no iba a escupir hacía arriba, no sólo porque él mismo fue beneficiario en el 2018 de este método, de designación, comuflagueada de encuesta.
Pero también, hay que considerar que ir contra el sistema, tan centralista como dictatorial, no es fácil y como lo hemos dicho, llevarle las contras al presidente López Obrador, significa un suicidio político y la cárcel.
El senador pataleó y bien, era el mejor posicionado, pero por ahora dejemos en claro que lo mejor es seguir en Morena, permanecer con fuero los próximos tres años, y no andarle jugando al héroe o al demócrata, en el fondo sabe que la democracia esta cancelada en Morena y la CuartaT. Y con el regalo navideño que le tienen en Chihuahua, equivale a suicidio, sin que se tome (SIC).
LUEGO DE que al interior de los institutos políticos se realizaron las reformas estatutarias, ayer firmaron la integración de Coalición Va por México, las dirigencias nacionales de los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática.
Quedó en claro que la coalición busca restaurar el estado de derecho, las libertades, la instituciones y establecer por la vía electoral los equilibrios necesarios, que regresen la democracia y la justicia al país.
Dicho por los tres dirigentes, Marko Cortez, Alejando Moreno y Jesús Zambrano, debe prevalecer el federalismo y municipalismo, en donde se deje de concentrar a todos los poderes en una sola persona que también atenta contra los organismos autónomos y la autonomía de las entidades federativas.
La coalición pretende un país en armonía, en progreso y bienestar en donde se recupere la salud, la seguridad pública, la educación y se reactive la economía.
Desde luego que la coalición que reconoce en principio, batallas y luchas ideológicas en lo electoral y en las cámaras de legisladores, pero ahora dicen van por el réctate de México.
Ante de la intervención de las dirigencias nacionales, participaron una decena de representantes de la sociedad civil, entre empresarios, ambientalistas, deportistas, emprendedores, periodistas, investigadores y luchadores sociales en adhesión con esta coalición y por el bien de los mexicanos.
El trazo político y de propuesta ya quedó establecido por lo que ahora deberá bajar a los estados, en dónde se definirán los tiempos y las formas en que se darán esta gran alianza.
POR LO PRONTO lo que quedó en firme es que se podrán aceptar candidaturas externas a cualquiera de los tres partidos, siempre y cuando la mejor opción electoral.
En lo local se destruyen y/o e fortalecen proyectos políticos; una coalición de esta naturaleza requiere de una entrega real primero de los dirigentes de los partido en la entidad y luego que los pre candidatos o candidatos estén en disposición de ceder los espacios, para los que lleguen los mejores, si es que de verdad quieren los mejor para México.
El PRD, se supone que no tendrá problemas en cuanto a ceder o solicitar posiciones en Chihuahua, es obvio que las importantes no serán para el partido del Sol Azteca.
El problema se centra en el propio PAN, bajo la consideración de que el PRI si fuera sólo no tendría posibilidades de triunfo, por lo tanto volvemos a la complejidad que ahora vive Acción Nacional.
Aunque la alianza beneficia a Acción Nacional, si es quien encabeza la coalición, sea Maru, Madero o Borruel, regresaríamos al cuestionamiento inicial, con reserva de los procesos judiciales; quién está dispuesto a darlo por México e ir por el rescate de la nación, como enunciaron los dirigentes nacional de PAN, PRI y PRD.