2020 la tragedia-2021, esperanza

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EL 2020 concluyó, se fue como miles de mexicanos y millones de personas en el mundo baja la letalidad de la pandemia del virus corona, que marcó a la humanidad y al propio año 2020.

El mundo destinó casi dos millones de vidas; de esas México aportó 125 mil y Chihuahua casi cinco mil: De ese tamaño es la magnitud de un virus de ocho cepas, que en cada corona multiplica su letalidad y penetra como el vital oxígeno para sobrevivir.

Los primeros casos se registraron en la ciudad china de Wuhan; pronto se convirtió en epidemia y en semanas, el mundo escuchó la noticia de que se trata de una pandemia, la que sería de grandes magnitudes, superior a todas las anteriores. Algunos creyeron, otras simplemente la ignoraron.

Sobre el virus de las cepas SarsCov2 que una vez incubado en el humano genera la enfermedad que ahora conocemos como Covid-19, que combinada con otras comorbilidades, es capaz de colapsar los pulmones y todo el sistema respiratorio en cosas de días, sino no es que en horas, es tan desconocido como el más analizado por la ciencia.

Pero ahora, lo que queda en claro es que surgió en China y e en el mundo de las hipótesis, se dice que alguien se comió un murciélago; que el virus fue creado, mutado, modificado genéticamente; otros establecen que es una reacción defensiva del abusado planeta; no hay quien descarte que cosa es divina, más  la guerra comercial entre China y los Estados Unidos.

La realidad por lo tanto, es el número de fallecimientos y contagios que por desgracia siguen en aumento; que existen dos nuevas cepas del mismo virus detectadas en Inglaterra y Sudáfrica.

La otra realidad sería, la esperanzadora vacuna contra el Civid-19, biológico que ya se aplican por miles en México y por millonarias en varias naciones de las que clasifican como desarrolladas. En Chihuahua hay que transitar con calma, desde el centro creen que Chihuahua se escribe con Z, y si van por el alfabético, pues hay que tener paciencia.

Con independencia de los manejos acertados o erróneos de los gobiernos globales y locales, por ahora poco se puede hacer;  sólo seguir con seguir con lo que hemos aprendido en un año; uso del cubre bocas, la higiene y la sana distancia.

Un 2020 pandémico y trágico, esa podría ser la mejor definición. Para el colectivo el olvido, para los dolientes el recuerdo.

Para la ciencia el aprendizaje; para el mundo el conocimiento; para todos la experiencia y la esperanza en que el naciente 2021, llegue y derrame menor dolor y menos sufrimiento.

La esperanza siempre estará vinculada a escenarios venideros, pequeños y enormes detalles como bienestar, armonía, progreso, ahora hay que agregarle salud y siempre felicidad. En eso estamos, en la construcción de  esos buenos deseos y valores, para los lectores y seguidores de acento.com.mx.