ES UN HECHO que los camioneros y taxistas de todos los sindicatos irán a un paro el miércoles o jueves, en ese acuerdo están, si no lograr que les modifiquen el tabulador de multas.
Aunque ya se conoce que los concesionarios del transporte público en la capital, no son unos angelitos, también hay que decir que las políticas recaudatorias del Gobierno del Estado, han sido muy inhumanas, como sucede con las tarifas del agua de consumo doméstico que han aumentado, sin justificación un 400 por ciento.
Los camioneros buscan que se adecúen los tabuladores por los voraces incrementos. Como ejemplo citan que hace unos meses la no utilización del cubrebocas significaba una multa de 100 pesos y ahora se elevó a los 580 pesos.
Salir fuera de los horarios de servicio se fue de los 230 pesos a los seis 990 pesos; mientras que la falta de Tarjeta de Circulación a lo que ellos le llaman tarjetón, aumento de los 400 pesos a mil 795.
Los camioneros ven un afán recaudatorio que los está llevando a la quiebra, en donde el gobierno busca con desesperación, el dinero a costa de quienes están en la formalidad.
Por otra parte les niegan el incremento a las tarifas para el pasaje, y el Estado da un ejemplo contrario, incrementando hasta en un mil por ciento las tarifas de las multas.
EL DIRIGENTE estatal del PRI, Alejandro Domínguez, tiene muy en claro que van en una especie de co-gobierno con María Eugenia Campos Galván, pero que habrá las críticas, propuestas y señalamientos necesarios.
Hay que entender que de eso se trata la democracia y por lo tanto se entiende, y los que no gobiernan pasan a calidad de oposición, si el ABC de la política no se conceptualiza de esa manera, las instituciones políticas estarán perdidas o en un permanente deambular.
El dirigente de Morena, Martín Chaparro, está de acuerdo con estas premisas que resultan fundamentales, las que un dirigente demócrata con independencia de sus colores deben no sólo aceptar, sino llevar a la praxis.
El pero es que el ala radical de Morena, con su ex candidato, Juan Carlos Loera de la Rosa, no lo entienden así, lo que también se vale disentir o pensar diferente es válido, pero con argumentos, con autocrítica y sin dañar a terceros. Es la lógica de la filosofía o en un llano enunciado, el deber ser.
El caso es que un grupo de morenistas que aún piensan el que Loera de la Rosa ganó, azuzados por el diputado federal Ulises García, proponen quemar en leña verde al profe Chaparro.
Le piden la renuncia de la dirigencia estatal y expulsión automática de Morena por haberse atrevido a decir que apoyará a la próxima gobernadora en todas y cada una de sus políticas que vayan en beneficio de los chihuahuenses.
En muchas ocasiones en este espacio se ha metido bajo un proceso de pensamiento crítico a dirigente estatal de Morena.
Que haya reclamado o pedido derecho a réplica, esa aceptable. Por ahora sin que sea un juicio eclesial, no se observa pecado en sus dichos.
Quemarlo en leña verde, es un dicho muy ilustrativo, es un enunciado que se conoce desde el lavado de manos de Piloto; en el 2021 es ocioso.
MORENA no ha hecho ni un solo análisis ni reflexión y menos autocrítica de su derrota electoral y la barrida que el PAN les propinó en el Estado, con excepción del Municipio de Juárez.
Hoy llegaron a una nueva impugnación en contra del proceso que llevó a María Eugenia Campos Galván a la calidad de gobernadora electa.
En la sustancia del recurso hay 12 señalamientos en donde se buscan culpables y tira un proceso legal, participativo y transparente en donde casi 140 mil ciudadanos le negaron el voto a Loera de la Rosa.
El pronóstico de las impugnaciones no va a tener buen puerto, eso les queda claro a todos los partidos y a los especialistas en derecho electoral.
En todos se buscas o se invita derrumbar a la ganadora, porque abrieron tarde casillas; el 700 no están en claro el sentido del voto y los apagones en la asamblea de Ciudad Juárez; sabotaje atribuido a los chairos morenistas.
Pero además, la supuesta intervención de empresarios, del clero y de medios de comunicación.
Hasta ahí es cosa no solamente de probar y demostrar el daño de la acusación.
En el descaro de los argumentos “legales” se acusan a los alcaldes, al Instituto Estatal Electoral, al Gobierno del Estado, la Conagua y hasta al presidente López Obrador de no haber propiciado las condiciones para hacer campaña de Loera en tierras afectadas por el saqueo de aguas de las presas.
Como a todos -lo digo como medio- nos quieren culpar, pues no resulta ilógico que Loera señale a los productores el centro sur y de la región de Ojinaga.
El caso es que Loera de la Rosa quien seguramente tiró más millones que Maru Campos, reparta la culpa; cuando en su soberbia corralezca no reconozca los yerros de su partido.
Y menos no reconozca que el que se llevó el agua de los chihuahuense fue el y no los productores, bajo el descarado argumento y así lo dijo en campaña porque era agua de Texas. No hay duda que desconoce el tratado.
Peor que el robo del agua, que ahora tiene en crisis a más de 35 mil familias de la región, es el cobarde asesinato de una mujer y dejar en motora parálisis a su esposa Jaime.
Loera no se acuerda ni su abogado que obedece sólo a Lucha desde España del crimen de estado. El próximo a diputado premiado y pluri, Oscar Castrejón hasta lo festina, como ahora lo hace con la presencia del ejército en las calles.
