AL FINAL del día, seguramente le van a conceder el equipo de seguridad personal al gobernador Corral, al fiscal César Peniche y al secretario estatal de Seguridad, Emilio García.
Por ahora la iniciativa enviada por Corral al Congreso local, literalmente la bajaron del Pleno, la enviaron a la Comisión de Seguridad y la titular, Georgina Bujanda, la pateo o una mesa de análisis técnico, de esas que sirven para dos cosas.
El tramo que ha recorrido la petición corralista, que también incluye a su secretario general de gobierno, Luis Fernando Mesta, demuestra que por una parte, nadie quiere ser señalado a posteriori como el legislador que otorgó todo un grupo de guardaespaldas a los (4) funcionarios estatales con cargo a los bolsillos de los chihuahuenses.
Se evidencia también que Corral, hace muchos meses perdió el control del Congreso, pese a que por ahí hay dos o tres seguidores, empezando por la presidenta Blanca Gámez, ya no le alcanza.
Por azares de la política y la lógica del poder, la decisión de otorgarles escoltas a Corral y los suyos, dependerá por lo tanto, de la gobernadora electa, María Eugenia Campos Galván.
La vida es un subi y baja; Corral le negó tal beneficio a César Duarte Jáquez; incluso derogó la ley aprobada en 2004 promovida por Patricio Martínez a su salida y luego del atentado que sufrió.
El beneficio alcanzó al ex gobernador José Reyes Baeza. Ahora dependerá de la gobernadora electa, si le concede cinco años de escoltas a Corral.
La apuesta es que seguramente lo va a hacer, más que por deseo, por prudencia política, aunque será excluido, el secretario general de gobierno.
Más vale la protección; digamos que con la vida no se juega, pese a que Maru fue perseguida y humillada por Corral y su círculo rojo.
HACE unas horas se conocía el rumor de la salida de Bertha Luján Alcalde de la súper delegación de Bienestar en el Estado; ahora ya se da como un hecho.
Sólo falta que desde el centro del país se definan la fecha, los que en realidad ya es lo de menos, lo importante por lo tanto, será conocer, quién será el nuevo delegado en Chihuahua.
Desde luego que tiradores hay muchos para ocupar la posición más importante del gobierno federal en la entidad.
Se especula que puede regresar el ex candidato al Gobierno del Estado por Morena, Juan Carlos Loera de la Rosa, quien luego de la derrota, asumió la diputación federal, pero está a semanas de que la legislatura actual concluya.
Otro que se va es el profesor Martín Chaparro, dejará sabrá Dios cuándo la dirigencia estatal de Morena, pero puede ser premiado si alguien cree que lo merece.
Omar Holguín quien ocupa una cartera secundaria en el Bienestar, el regidor Rubén Castañeda y hasta Fernando Tiscareño (primo de Bertha) también tienen la mano muy en alto.
Quien ocupe la Delegación estatal, será una decisión de ya saben quién en donde el perfil tendrá que ver con la construcción política-electoral del 2024, parece lejos, pero no lo está.
PESE que trae cinco o seis tribus en su contra o por lo menos en busca de la dirigencia estatal del Morena, el profe Martín Chaparro está apertrechado.
Sólo dejará la dirigencia, renovación que por cierto se ha venido posponiendo por broncas y desavenencias nacionales, hasta que el CEN de Morena lance la convocatoria y establezcan las reglas.
Por lo que se ha visto seguramente va a ser por encuesta y no es que ese método sea erróneo, la reprobable es la opacidad y el manejo a modo de quien toma las decisiones, ya se vio en la elección de las candidaturas.
Nadie queda satisfecho, las dudas permanecen y por lo tanto la división.
El profe, por lo tanto permanecerá un buen rato pese a la intensa presión intestina, pues al dirigente nacional, Mario Delgado, no se le ven ganas o está esperando una señal desde las mañaneras.
