EL EXGOBERNADOR Fernando Baeza Meléndez, salió por tercera ocasión a pedirle al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, que permita la paz en la región centro-sur, que deje de perseguir y encarcelar a los agricultores, cuyo pecado único fue defender el agua de los chihuahuenses.
Baeza Terrazas, acompañado por el ex gobernador José Reyes Baeza más otros liderazgos de la región, encabezaron hace casi un año, una protesta por la extracción del agua de las presas Las Vírgenes y La Boquilla por parte del gobierno federal.
La atenta petición trajo la desatenta respuesta del congelamiento de cuentas personales de Reyes Baeza, Salvador Alcántar, Andrés Valles y otros liderazgos, incluso se paralizaron los recursos públicos de los municipios de Delicias y Rosales.
De ese tamaño fue el desquite presidencial, de hecho y hasta ahora existen cuentas que están congeladas, por parte de Inteligencia financiera de la Secretaría de Hacienda.
Baeza Meléndez vino a la capital semanas después para pedir el retiro del Ejército de la presa La Boquilla y a que ya se dejará de extraer agua por el riego que representaba para la propia presa en su estructura y la afección para una de las zonas agrícolas más grandes del país.
No hubo respuesta, lo más cercano fue la reacción de la Guardia Nacional que disparó en contra de Yesica quien quedó tendida en los asientos de su Datsun 95, mientras que Jaime, su esposo aún se encuentra semiparalizado.
El ex gobernador estuvo ayer de nuevo en Chihuahua para exigirle a López Obrador tres cosas: Que deje de perseguir a los productores que nada le han hecho, la libertad para el lechero, Andrés Valles y los otros tres campesinos encarcelados y que se indemnice a la familia de Yésica y su esposo Jaime.
El ex gobernante sabe que Valles no será el primero ni único detenido; que la persecución continuará, por el supuesto desafío, mientras los que realmente son provocadores de la violencia sonríen cual hienas al acecho, “para ellos no hay Ley de Herodes”.
De Chihuahua, no te llevarás ni una gota de agua, fue la sentencia de exgobernador contr AMLO
López Obrador es muy parecido al gobernador Corral, no atiende, no entiende y no escucha, en dos escenarios en donde sólo gobiernan los otros datos.
El llamado, la exigencia que hace Baeza Meléndez y miles de productores, van a quedar como un llamado a misa, pero alguien tiene que llamar.
JAVIER Corral Jurado cumple este fin de semana una quincena sin aparecer el Chihuahua. La primera semana de descanso se supone la pasó en la Ciudad de México, luego su vocero dijo que estaría del lunes pasado al próximo en vacaciones, o sea, que sumaría 16 días.
Corral vacaciona, según los que saben en Mazatlán y dicen que anda muy enojado porque el clima no le ha permitido jugar golf.
Pero además, parecería que no le ha caído el veinte de que en cinco semanas ya se va; que no ha hecho la tarea de bien entregar y que los pendientes pesan más que las penas en el purgatorio.
Tiene al estado en semáforo rojo en materia de seguridad. Este mes cierra con 80 asesinatos, de ellos cuatro conductores DiDis en la capital. Ayer asesinaron al más reciente.
Ni un mensajito en el tema de la persecución del Estado Mexicano en contra de los productores del centro sur. Supone también que la pandemia puede vacacionar.
Trae muchos faltantes de cantidades millonarias de dinero en su gobierno, por no llamarlos enormes boquetes. Se asemejan a un cerco viejo.
Parecería que al gobernador Corral no le interesa nada; salvó que lo equipen con escoltas en los próximos cinco años, pagados por los chihuahuenses y ya entrados en complacencias que se le conserve el salario.
Todo en pago al excelente gobierno que presumen algunos chairos panistas a quienes no se les cae el Javier de la boca, pero tampoco la ubre.
Corral no tiene llene, como alguien escribió ayer por ahí. A quién se parecerá, esa es buena pregunta, la respuesta apunta a Miami.
