EL EQUIPO de transición de la gobernadora electa, María Eugenia Campos Galván, pasó del enojo a la preocupación por la lentitud y pasividad en la entrega de las secretarías, coordinación, institutos y descentralizados.
A la fecha el equipo de recepción tiene un registro global de sólo un 36 por ciento de avance en la “entrega” de las dependencias, desde luego hablamos de información y verificación de lo que al final de la administración será la entrega física.
La preocupación mayúscula corresponde al área de Finanzas, donde los números, las cifras y estadística financiera, está hecha un soberano engrudo.
Los que entregan no le encuentran la cuadratura al círculo, pese a la fría sabiduría de los fríos números. El equipo campista asegura que hay opacidad, interpretación a modo y dolo en la entrega, con lo que se busca agotar los tiempos legales y firmar la recepción a ciegas, ante la necesidad y presión por arrancar con buen ritmo la nueva administración estatal.
Pareciera que esa es la perversa estrategia de Corral, pues lo mismo está ocurriendo en áreas áreas de alta sensibilidad, como la Secretaría de Salud, la de Seguridad Pública, la Fiscalía, Desarrollo Social y hasta en Educación.
Visto así el ex Duarte Jáquez y compañía, a pesar de pertenecer en su momento a un partido diferente, fueron unos puntales caballeros en la entrega, mientras que Corral y los suyos han puesto no solamente piedras en los zapatos, sino alambres acerados con tremendas púas en el camino.
Corral no se ha metido en la entrega, si al caso, sólo para sabotear. Lo suyo ya conocemos es lucimiento personal, los recientes informes así lo puntualizan por mencionar lo más actual, pero también el golf, el tenis ya son lujillos. Y eso que está a una quincena y un día de que se marche.
ROCÍO Reza Gallegos, la Presidenta del CDE del PAN, intenta sin lograrlo deslindarse del gobernador Javier Corral, pese a que éste le ha dicho que su partido apesta.
Muy grave la convicción del Corral cuando asegura que el PAN está en un proceso de putrefacción, cuando el propio es gobernante es parte y le correspondería más del doble, pues es además la figura política más importante de la entidad.
Parecería que a Rocío las afirmaciones que hace el gobernador no le interesan o no se ha dado cuenta que es la representación principal del PAN, es quien lo dirige y merecería por lo menos una valerosa defensa.
Corral goza y hasta se mofa con sus propios dichos, los repite cada que se acuerda, como si fueran piropos a una dama.
Rocío se muestra muy tímida, a diferencia de la gobernadora electa Maru Campos Galván, en el fondo tal vez, sigue agradecida con Corral o de plano está pensando en que en 15 días ya nada sucederá y que el gobernador se atragantará con sus propios dichos.
En defensa del PAN, como dice su presidenta, la personas fallan, no así las instituciones, pues sí pero es exactamente lo mismo que han dichos los dirigentes del PRI o recientemente sus candidatos, con relación a Duarte desde hace ya cinco año y nada ha cambiado.
POR CIERTO hay voces desde el propio PAN quienes exigen que Corral mejor ya se vaya y que manera interina deje, para la última quincena, a alguien que pueda y quiera ayudar a los cientos de damnificados que está dejando el temporal lluvioso atípico que se registra en el estado.
No existe en el gobernante solidaridad, sensibilidad; el amor al próximo sería mucho pedirle, su “opción por los pobres”, es más cuento que Viruta y Capulina.
El egoísmo y desprecio por los chihuahuenses es tal, que luego de tromba que azotó la capital, su respuesta fue que él también se había inundado en su vivienda.
Mentirilla oficiosa, para la inacción, indolencia y para justificar el desamor por Chihuahua.
En otros tiempos, los gobernantes estaban en la zona de devastación, con picos, palas y maquinaria, con agua, alimentos laminas, hules y otros materiales, en la plena lucha con los damnificados. Corral sólo se burló de ellos.
