FUERA DE los ejes estratégicos de seguridad y de salud que resultan de gran importancia ante la sensibilidad social de los temas, de manera prioritaria se tendrá que abordar la reingeniería financiera de la administración.
De la capacidad financiera depende el resto de las estrategias macros del Gobierno del Estado, si no hay dinero, no habrá nada, el escenario giraría en un círculo vicioso, como sucedió con Corral: sólo se endeudó para pagar deuda, hasta que las deudas lo atraparon y lo que hizo fue aumentarlas heredarlas.
Eso es lo que sucedió, la gobernadora Campos lo define como el efecto de la tarjeta de crédito. Sacar dinero del banco para pagarla, mientras que el desarrollo social, la salud y la infraestructura del estado estuvieron rosando el cero.
La gobernadora presentó durante su toma de protesta, el decálogo para el rescate financiero del estado. El primer punto y de este se desprende los demás, es estabilizar el estado en tres años.
“A más tardar en tres años el Gobierno del Estado de Chihuahua tendrá un balance presupuestal sostenible, es decir, cero déficit”.
Crea de entrada una gran expectativa, es además un reto de amplio espectro, en balance presupuestal sostenible supone por lo menos eliminar el rojo de las finanzas a un amarillo estable y eliminar el déficit que en este momento suponen unos 15 mil millones de pesos.
La meta es complicada en extremo lo que implica y así lo señala el estado, ordenar la administración, manejo honesto y transparente de los recursos, real austeridad, ampliar la recaudación propia, propiciar el federalismo y la inversión.
Así en síntesis se describen los cómos de la estabilización de las finanzas, lo que de entrada suena bien y desde luego no significa que la deuda, total que ahora se ubica entre 72 y 75 mil millones de pesos quede en ceros. Eso es imposible.
No ampliarla y contralarla supondría una reducción de entre un 15 y 20 por cuento para en los próximos tres años.
LA GOBERNADORA llegó ayer con calma y sin aparentes presiones a Palacio de Gobierno; descendió de su suburban blindada, uno de los ocho que compró o rentó Corral; llevó a su mamá la señora María Eugenia Galván Antillón e ingresó al despacho destinado al gobernador.
Lo hizo por primera vez, ya con su investidura como gobernadora. Llamó la atención que llegó también con su educada mascota y enfundada en jeans de mezclilla tenis negros.
No hubo quien recordó a Javier Corral Jurado, quien en su segundo día en Palacio, el primero fue para salutaciones, también llegó con sus dos perrunas mascotas para “estrenar Palacio y despacho”.
Ambos muy al estilo europeo con sus mascotas. Esperemos que aunque la escena es similar, no vaya a ser presagio de un gobierno similar al del gobernante que literalmente salió por la puerta trasera, con el rastro desencajo y en plena soledad. Mejor que sea amuleto.
SERÁ porque anda en campaña en busca de la reelección en la dirigencia nacional del PAN, o de plano no existe solicitud de expulsión en contra del ex gobernador Javier Corral.
Quizá sea lo primero, Marko Cortés teme a que los consejeros nacionales y la militancia en Chihuahua le nieguen el voto. Lo que en realidad no debe preocuparle Corral fue y se fue en solitario.
El corralato está totalmente fulminado, fue su voluntad, aunque no fue la última. Si Marko es de escasa memoria, hay que recordarle que quiso depredar a Maru, cual hambriento lobo tras indefensa presa.
Pero también operó a favor de Morena y Movimiento Ciudadano en la elección pasada y por si fuera poco llamó al PAN un partido putrefacto.
Eso cala gacho, pero dicho por Marko, el PAN suma, no resta y se entiende, pero en este caso de esta resta se suma. En fin cosas de la retórica torcida y ambiciosas las campañas, en donde hasta las mentadas se aceptan.