De la REDACCIÓN
CHIHUAHUA CHIH.- Desde ayer por la tarde las redes sociales, usuarios de redes sociales, la mayoría identificados como inversionistas mostraron su preocupación al darse a conocer la información de que el director de Aras Group, Armando Gutiérrez Rosas, tenía días desaparecido.
Los comentarios giraron en en sentido de : “ya van a caer”, “Aras…Eras”, “ve y saca tu dinero mañana”, “se los dije, era una bomba de tiempo.”
El asunto de las inversiones hechas por cientos o miles de chihuahuenses en el grupo Aras, es un tema que desde hace meses la sociedad ha entendido y sabe de los riesgos que están corriendo, pero la realidad es que ha habido un pecado de omisión por parte de los inversionistas, las autoridades, la opinión pública y el empresariado. Unos se hacen de la vista gorda por incompetencia y otros por la avaricia que genera el esquema de Aras.
ARAS GROUP, según su página de internet es “una empresa dedicada a la colocación y posicionamiento de capital en portafolios diversificados dentro del sector inmobiliario y minero”, pero en términos sencillos funciona como una organización que opera por recomendaciones de persona a persona (piramidal) en la que se ofrecen rendimientos fijos, sin riesgo, del dinero que se invierta a tasa sorprendentes del 25 a 30 % anual.
El inversionista es fácilmente se engolosina con tal rendimiento en el momento que ARAS les demuestra a través de estados de cuenta en el que se refleja el rendimiento prometido y sobre todo cuando el inversionista tiene un vencimiento y pide que le den su dinero e intereses y el cual sin ningún problema le es entregado por la mencionada empresa. Obviamente esto genera confianza y hace que el inversionista vuelva a invertir su capital en ARAS BUSINESS GROUP.
ARAS dice tener alrededor de 18,000 “asociados”, es decir, inversionistas. Imagine usted que cada uno de esos inversionistas haya invertido en promedio 30,000 pesos, estaríamos hablando de que ARAS pudiese tener un fondo de 540 millones de pesos a su disposición. Con esa cantidad de dinero no tendría problema en que, en cualquier momento, 100, 200 o 500 inversionistas le pidieran su dinero mas intereses, porque puede tomar el dinero de otros inversionistas y pagar los intereses prometidos.
Este tiempo de operaciones no son nada nuevas en el mundo, son conocidas como, esquema Ponzi, el cual es una forma de estafa que atrae inversores y paga utilidades a los anteriores con fondos de inversores más recientes. Los primeros casos de este tipo de fraudes se cometieron en Alemania en 1869, Estados Unidos, en 1880; y en España en 1875, y se han repetido desde entonces en diferentes partes del mundo donde los estafadores logran crear las condiciones para lograr su engaño.
El esquema Ponzi es una bomba de tiempo, que tarde o temprano estalla, ya que normalmente los estafadores se roban gran parte de los fondos invertidos y cuando la gente se empieza a darse cuenta del fraude todos piden su dinero de vuelta y en ese momento ya no hay manera de mantener el esquema.
La regala en este tipo de fraude es que solo ganan los que organizan la estructura financiera y los primero que retiran su dinero, los últimos en retirar inevitablemente van a perder todo su capital y los ficticios intereses que les ofrecieron.
Muchos de los ciudadanos que han invertido en GRUPO ARAS ya saben de los riesgos que están corriendo, pero siguen segados por la avaricia y apuestan a que van a ser de los que puedan ganar en el esquema y que serán otros los que perderán todo su dinero. Por otro lado, la autoridad no actúa, lo que no sabemos si es por incompetencia o por colusión en el esquema de GRUPO ARAS.
Con Información de Voz en Red.com
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