CON LA reelección de Marko Cortés en la dirigencia nacional del PAN, se fortalece el norte del país, específicamente el estado de Chihuahua.
Para darle presencia al norte se integró en el CEN panista a uno de los operadores políticos más importantes de la gobernadora María Eugenia Campos Galván, al diputado local y coordinador de la bancada panista, Mario Vázquez Robles.
La posición de Vázquez Robles, le abre la puerta del Comité Ejecutivo o Nacional a la gobernadora, quien seguramente en adelante tendrá derecho de picaporte para los grandes temas nacionales presentes y los que vienen en el futuro.
Incluyendo, desde luego, la elección del 2024, que aunque parece lejana, está demasiado cerca, más si se toma en cuenta que el 2021 está a semanas de expirar.
Por ahora, se visualizan para la sucesión presidencial, en el primer sitio Morena a y los chiquis partidos y en la contención al propio PAN, seguramente repitiendo una alianza con PRD y PRI.
Obviamente se trata de un escenario probable; el avance o modificación, serán por lo tanto, las que se vayan marcando o asumiendo en la nueva etapa de Marko Cortés.
Por lo pronto, la gobernadora Campos regresó la cortesía a reelecto dirigente nacional, al ser parte de los oradores en favor del solitario contendiente.
No se deja de lado, que el dirigente nacional, apoyó fuertemente la campaña de la ahora gobernadora y confrontó al entonces gobernador Javier Corral, en el tema de la descarnada persecución política que se desató en contra de Campos Galván, antes de que asumiera la candidatura, cuando fue gobernadora electa y hasta el último minuto, cuando Corral se negaba a entregar Palacio de Gobierno.
YA QUE andamos en temas nacionales, todo parece indicar que por Morena habrá cuatro opciones para suceder al actual presidente Andrés Manuel López Obrador.
El propio presidente se ha esmerado en decir desde la mañanera y fuera de ella, que la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo es la mejor calificada, por lo tanto candidateable.
La semana que pasó la señaló, en el buen sentido de la palabra, como, la buena, claro al más estilo priísta de antaño.
No obstante y aunque no les han levantado la mano, pero la mantienen arriba, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrau Casaubón, quien dicho sea de paso ya fue jefe de la CDMX, está con posibilidades.
Hace tres semanas el presidente del senado Ricardo Monreal Ávila, se destapó hace unas semanas en Ciudad Juárez, como el próximo candidato a la presidencia de la república por Morena.
Y finalmente el tabasqueño recién llegado a la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
El gobernador con licencia, no solamente es paisano del presidente, sino amigo de toda la vida.
Le concede la secretaría más importante en la gobernanza y por ende en la política, lo que hace suponer que desde está plataforma puede despegar rumbo a la candidatura.
La próxima elección de seis gubernaturas en el 2022, marcarán el rumbo de Morena y de quienes hasta ahora tienen posibilidades de ir por la silla de López Obrador, sin que esté en la boleta electoral.
Veremos si el presidente y Morena no salen con una encuesta de esas balines que nada validan, buen se las pueden ahorrar.
ALGO le picó al estrenado diputado por Morena, Oscar Castrejón Rivas, quien ahora ya no puede ver a los reporteros, a grado tal de que pretende retirarlos del Pleno del Congreso, de las reuniones de la Junta de Coordinación Parlamentaria y hasta de la zona de prensa.
Nadie se explica el cambiazo de Castrejón, quien antes de asumir la diputación era “el mejor amigo de los periodistas”, a quienes convocaba un día sí y otro también.
Claro eran sus tiempos cuando el abogado se la pasaba de activista, requería de la cobertura de los medios de comunicación para replicar sus acciones y luego mercarlas con los suyos.
Sobre todo cuando desde España el comando Barcelona le ordenaban realizar plantones y manifestaciones en la Ciudad Judicial, para exigir en encarcelamiento de María Eugenia Campos Galván.
Tiempos de cambio, por ahora ha asumido una postura similar a la del exgobernador Corral, cuando acusaba de corruptos a todos los medios y a los periodistas.
Corral se decía periodista, por haber escrito algún editorial y Castrejón, pues igual, por participar en un programa de radio.
Tal vez, de ahí le sale la ojeriza contra los reporteros de parte del diputado, que por cierto gracias a los medios, alcanzó llegar como pluri y en pago a acciones en contra de la gobernadora la diputación.