LOS DIRECTORES de las facultades de Medicina, Derecho e Ingeniería, son quienes por ahora, tienen buenas posibilidades de llega el año próximo a la Rectoría de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Luis Carlos Hinojos de la facultad de Medicina, Luis Rivera Campos de Derecho y Javier González Cantú de Ingeniería, cuentan con el visto bueno desde Palacio de Gobierno, de la Torre Legislativa y del Palacio Municipal, desde luego de manera respectiva.
Con independencia de las capacidades, que todos los tienen, representan un trébol, que en el deshoje, la gobernadora Campos definitivamente tiene mano y por ahora a su delfín.
Sin embargo, seguramente escuchará sobre el tema, al coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Mario Vázquez Robles, al secretario general de Gobierno, César Jáuregui Moreno, al alcalde Marco Bonilla Mendoza, y al operador estrella de la universidad para estos menesteres, al duartista Mario Trevizo Salazar.
De este grupo saldrá la definición en favor de quién sucederá al actual rector Luis Fierro Ramírez, a quien por cierto, le vienen nuevos cambios claves en las áreas administrativas, en los encargos de proveeduría y auditoría, para evitar que meta la mano en donde ya no puede.
El rector que por cierto, hasta ayer entregó los nombramientos de los nuevos cambios que se anunciaron hace más de 15 días, tal vez, para ganar tiempo y buscar acomodar ciertas cosillas, sabe que el poder se agotó.
Por decencia o cortesía política, su renuncia debió haber estado en el despacho principal de Palacio de Gobierno, la segunda semana de septiembre. Lucha, la que por se hace, le dijo que no
Por decisión de la gobernadora, el rector continuará al frente de la Universidad, más acotado que nunca y como florero sin flores en esquina de invisible sala.
Para que continúe de esa manera, debe mantener la institución en calma, desechar esas ideas de que el nuevo sistema educativo está en evaluación, pues está más muerto desde que cuando nació.
Que equivalide las materias a los estudiantes, que ni se le ocurra cobrar una nueva matrícula (inscripción) para regresar al sistema tradicional, como ahora lo pretende.
Fierro cometió graves yerros durante su administración, seguramente el peor fue el político, al obedecer a Lucha Castro y a Javier Corral y ser parte del comando Barcelona que buscó encarcelar a Maru Campos, así de sencillo.
EN DONDE la química no existe, ni como materia obligada del bachi, es entre la síndica de la capital, Olivia Franco y la titular del Órgano de Control Interno de la administración municipal, Mariana de la Chica Huerta.
Ambas se pelean y discuten por atribuciones, las que ciertamente son similares, pero ni la síndica ni el Órgano de Control Interno las aplican, en realidad eso es lo lamentable.
Las diferencias que se escuchan con más decibeles que el bar de la Aldama y Tercera, no llevan a nada, pues mientras el protagonismo ingrato, se presenta entre ambas, dejan su chamba a un lado.
Tanto Franco como De la Chica, conocen de entrada, cuales son los caminos institucionales a los que deben acudir, en lugar de jaloneos personales y sin rumbo.
Evidentemente la titular de Órgano de Control es una posición del alcalde Bonilla, mientras que la síndica llega en un proceso electoral y es una posición que se le otorgó al senador Gustavo Madero Muñoz, quien ahora ya no pertenece a la fracción del PAN en la cámara alta y quizá ni Acción Nacional.
La síndica capitalina debe tener acuse de recibo, de la circunstancia política que le regaló la posición.
Otras circunstancias -también políticas- le podrían retiran el presente de Madero. No ha demostrado si fue beneficiada con su liquidación como funcionaria en el Congreso del Estado, por ejemplo.
Es un hecho, cuando en el servicio público, el deber filosófico de ser, debe ser, pero con la oblicuidad de también es no ser.
PARECERÍA se trata justicia divina, mientras que los concesionarios del transporte imploran y a la vez, exigen un aumento a la tarifa del trasporte público, dos de sus conductores impactan las unidades por retarse a ver quién corre más, o jugando carreras.
El reto ocasionó el choque por alcance con los lamentables resultados, en donde de milagro, por fortuna, no hubo muertitos.
El hecho aunque fue protagonizado por dos choferes de la ruta Oriente, desnuda en parte el gran, incluso de riesgo de vida, lo que significa para los miles de usuarios abordar una unidad del trasporte colectivo.
El pretendido aumento se va como el agüinado de las clases populares, Ojalá y que haya un correctivo no sólo para los choferes chocantes. Los concesionarios deben de asumir su parte de responsabilidad.
