TAL COMO lo adelantamos ayer, no habrá regreso presencial a clases el próximo lunes, por la sencilla razón de que el estado de Chihuahua está hirviendo en contagios, pero además, continuará en el color naranja de la pandemia.
Ya se conoce que desde el primer día de este año, la estadística se ubica sobre los mil Ómicron-contagios por día, lo que resulta sumamente preocupante.
Las clases continuarán virtuales durante la próxima quincena, contada a partir del lunes, para conocer el recuento de los daños, en donde la esperanza es que los contagios disminuyan.
No se deja de lado que la estadística que se mostró el día de ayer, corresponde a quienes se contagiaron durante los festejos de año nuevo, por lo menos esa es la versión oficial.
En los otros datos, se ve complicado que por lo menos en este mes y la primera semana de febrero, baje la estadística epidemiológica, ojalá y que no así sea, pero los especialistas en la materia, consideran que después del 15 de febrero las números podrían disminuir.
Por lo pronto, no hay ninguna necesidad de exponer a niños, jóvenes, maestros y hasta los padres de familia.
Pensar en un mes más y con una luz al final del túnel, siempre será lo mejor que haya sucedido en los recientes 24 meses. El deseo es que así sea.
PARTE del sector comercial de la capital se ha mostrado molesto por las excesivas revisiones y hasta innecesarias, por parte de las células Covid.
Gran parte de las quejas vienen por las revisiones que están realizando, las que sólo se deberían limitar al aforo, sana distancia, uso de gel antibacterial y medición de temperatura.
A decir de los comerciantes, ahora llegan como si se tratará de un operativo policiaco, en más de una media docena de patrullas, parecería que no les han dicho que es una acción preventiva de salud por la pandemia y no un ataque al crimen organizado.
Se presentan, ingresan, quieren revisar las bodegas, patios y hasta los baños, cuando evidentemente, estos sitios no son para uso del público. Como si buscan cosa.
Ahora piden hasta el permiso para vender burritos, el registro ante Hacienda, registro de la marca, señalización, instalación de extintor y certificado de vigencia, más lo que se les ocurra.
Obviamente se trata de locales establecidos, en donde se pagan impuestos, muchos renta, una pequeña nómina y los servicios.
Extrañamente, las células no inspeccionan paradas de camiones, ni al transporte urbano, tianguis, puestos ambulantes y giros nocturnos en “donde parece” que algo regalan porque siempre están al tope.
Los comerciantes se preguntan por qué no hacen este tipo de operativos en los picaderos que existen por cientos en la capital, en donde las corporaciones policíacas, los tienen perfectamente ubicados, pero nunca los “supervisan” o tal vez sí, pero de otra manera y con otros objetivos.
CUALQUIER hospitalización razonablemente implica preocupación, aunque como el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador, como se dijo oficialmente sólo fue de rutina.
Dicho de otra manera, a nadie se hospitaliza por rutina, sin programación, aunque no urgente sí repentina, lo que ocasionó que la gira del primer mandatario se haya suspendido para este sábado y retorno a Palacio Nacional el domingo.
El vocero presidencial dijo de rutina, pero horas más tarde de conoció que AMLO sería sometido a un cateterismo cardiaco, lo que en otras palabras significa, llegar al corazón a través de un tubo fino y flexible al corazón.
Implica por desgracia que algo pasa con el corazón del presidente; tal vez, por los antecedentes médicos sólo un microinfato, como se especuló, pero entrar al órgano más importante de irrigación sanguínea y por lo tanto de oxigenación, no es cosa sencilla y mucho menos de rutina.
Hasta el viernes y sábado nada se conoció del estado de salud de López Obrador, es deseo es que pronto esté en sus actividades cotidianas.