El PRI en puerta giratoria -Convoca y recula; malo… -Tan vana la consulta como la veda -Va CuartaT por control hospitalario

0
237

EL PARTIDO Revolucionario Institucional ya avisó que la renovación de la dirigencia estatal ocurrirá en semanas, una vez que se oficialice la convocatoria que por cierto aún no emite el Comité Ejecutivo Nacional.

El anuncio hecho por el propio presidente estatal interino, Alejandro Domínguez, daría pie a la renovación, pero además, se concibe que ya no habrá más prórrogas ordenadas desde el CEN, para la consecución de la actual dirigencia.

Por ahora el método anunciado para la elección, sería a través de los consejeros nacionales, estatales y municipales, los que según se dijo suman nueve mil 300.  Pero a unas horas de anunciado, quedó suspenso ante la inconformidad por parte de la militancia.

Parecería que esa cantidad de consejeros es enorme, dentro del Revolucionario Institucional, pero pues dicen que la a cantidad es real; como discusión callejero, que los cuenten los que dudan.

Este lunes a partir de las 17:00 horas, vía zoom, se reúne de nuevo la Comisión Política Permanente, para replantear o confirmar el método, lo que ya es un mal augurio para la renovación de la dirigencia.

Fuera del anunció y el método inicial, lo que realmente atrae la atención, es quién o quiénes le van a entrar a la contienda.

Hasta ahora se conoce que Alejandro Domínguez tiene un marcado interés y posibilidades. Hay que tomar en cuenta que tiene la calidad de presidente interino y por lo tanto buscaría ser el titular en el período 2022-2026.

El exalcalde de Aquiles Serdán, Ariel Fernández, mantiene desde hace meses levantada la mano, bajo el padrinazgo del diputado Omar Bazán Flores y parte de la estructura que aún mantiene el exdirigente estatal del PRI.

El caballo negro, si es que lo hay, y no es por el color de su piel morena, es Guillermo Márquez Lizalde, a quien le premiarían su lealtad, institucionalidad y chamba partidistas. Es soldado tricolor de mil batallas.

Por ahora es lo más sólido en cuanto a los probables. El primero y tercero, están bajo el cobijo de Graciela Ortiz González desde el CEN del partido y sería cosa que tome una decisión. El segundo en la lista, ya señalamos el padrinazgo.

A PARTIR de día cuatro los gobiernos de todos los niveles, deberán abstenerse de hacer propaganda electoral y mucho menos, hablar bien o mal de la Revocación de Mandato.

Gracias al caprichoso y costoso proceso de consulta, los gobiernos entrarán en una parálisis de difusión de la obra pública y de todo lo que implique promoción de logros.

Desde cuatro y hasta el 10 de abril, deberán abstenerse hasta de promocionar los colores distintivos de la administración, so pena de alguna o varias sanciones.

Cara, muy cara, saldrá la revocación de mandato y todo para que el presidente Andrés Manuel siga en el poder, porque si no acuden a votar más del 40 por ciento del Padrón Electoral, no será vinculante, es decir, no tendrá ningún efecto y para que eso suceda.

Deberá ocurrir el milagro de que los mexicanos despierten y manden a casa, pero tampoco va a suceder, porque las leyes no son retroactivas.

Finalmente sólo es un acto de capricho o vanidad, con el que se busca mantenerse vigente y aprovechar el gran despliegue publicitario para favor a los candidatos de Morena que este año estarán en contienda y de pasadita seguir martillando contra el Instituto Nacional Electoral.

A ver si la mañanera también se suspende durante los próximos 60 días.

POR CIERTO que la CuartaT va ahora por el control del sistema hospitalario de los sectores públicos del país, en donde todos los nosocomios serán IMSS Bienestar, aunque poco o nada tienen de bienestar.

Aunque resultaría en extremo delicado por la violación a la autonomía de municipios y estados más el perjuicio en la salud de los chihuahuenses, ya lo demostró el Gobierno Federal en estos tres años, tampoco sería extraño que se controle también el sector hospitalario.

Pian pianito y mientras andamos en vanas consultas y tras el “suertudo” hijo de López Obrador, el avión que ni se rifa ni se vende y no se usa, la CuartaT avanza en de manera muy sólida en el control totalitario, similar a las dictaduras, para este caso de las izquierdas.

Ya tiene al Ejército y Guardia Nacional, las aduanas, el monopolio de las vacunas, las carreteras, los retenes, quiere el control energético; en construcción el principal aeropuerto del país, sus nuevos y defensores (de AMLO) cinco millones en pobreza extrema y hasta su propio tren.

Ahora requiere tener bajo yugo a los hospitales fuera del IMSS (o Issste), los regionales, por ejemplo de Parral, Delicias de la capital.

Pero también al Central Universitario de Chihuahua, El Hospital de Salud Mental,  el de la Mujer en Ciudad Juárez. Todo serán IMSS Bienestar.

Se supone que se haría bajo un convenio similar al del Seguro Popular, pero a la inversa, antes lo operaban los estados con inversión federal y ciertamente funcionó. El Insabi fue un fracaso.

Ahora se centralizaría los hospitales públicos y los recursos si es que los habría serían federales, pero ya sabemos que la salud no se le da a la CuartaT.

El convenio busca que otros sistemas de salud, como Pensiones Civiles del Estado y el Instituto Municipal de Pensiones, más las clínicas, por ejemplo que las clínicas que opera el Municipio de Chihuahua, también sean IMSS Bienestar.

Evidentemente en estos sistemas tienen otros esquemas de operación y financiamiento y habría una resistencia enorme, por la calidad del servicio, las prestaciones, más jubilaciones y pensiones.

Hay que esperar para ver qué ocurre. Las cantaletas que se han utilizado serán las mismas. La supuesta enorme corrupción anterior y la promesa de un sistema de salud de primer mundo, como en Holanda, diría el presidente.

El fondo es el control, la corrupción y el mejoramiento de los sistemas de salud, son sólo retórica desgastada.