AYER el delegado de Bienestar, Juan Carlos Loera de la Rosa, pasó de la angustia al enojo, cuando le informaron que un grupo policías de la Agencia Estatal de Investigaciones (AFI), se encontraban en sus oficinas en Ciudad Juárez.
Desde luego no es para menos, el delegado trae por ahí y por allá varias denuncias y en una de esas no vaya a ser El Chamuco, aunque en el ámbito Federal está totalmente blindado.
Dicho por el personal de la delegación en la frontera, los agentes fueron a darle seguimiento a varias denuncias en el sentido de que se estaban comercializando certificados de vacunas en contra del Covid-19.
Como dicen no era para tanto, pero el tema continuará en el aíre al igual que las investigaciones.
Los agentes se entrevistaron el privado con Loera de la Rosa, pero se reservaron -ambas partes- en derecho de informar, por tratarse de una investigación en curso.
Hasta ahí todo cuadra, pero no en el tema político, se denota que hay una intención de recordarle quién manda en Chihuahua y de pasada que le baje de decibeles a sus publicaciones en contra de la gobernadora María Eugenia Campos Galván.
Como bien decía el filósofo de Rubio: “a puñaladas iguales, llorar es de cobardes”.
Por lo menos esa lectura se quedó, con la visita de los agentes investigadores una actuación incluso, muy parecidas a las armas a las afloja todo que utiliza la CuartaT, sólo hay que preguntarle a “Alito” Moreno, aún dirigente nacional del PRI.
DEFINITIVAMENTE ya era hora de que los diputados locales regresarán a la torre legislativa; no podemos decir que a trabajar, porque no nos consta, pero por lo menos estarán presencialmente.
Luego de casi dos años de realizar sesiones virtuales y una que otra plenaria presencia, ayer se ordenó que se restringieran las sesiones a distancia en las que más de uno tomaba asistencia y se desconectaba.
Hay incluso quienes se excedieron o abusaron de esta media preventiva sanitaria, pues quedó en claro en las transmisiones que se encontraban en jardines, en automóviles en marcha o en algún restaurant.
Ahora todos retornan a su curul al darse marcha atrás a las adiciones al los artículos artículo 7 y 75 fracción 22 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado de Chihuahua, que les permitían las molicies virtuales.
OJALÁ y sea cierto el anuncio hecho por el alcalde de la capital, Marco Bonilla Mendoza, en el sentido de que en el 2023, que ya está a la vuelta de la esquina, no se incrementará el Impuesto Predial.
Lo mismo se dijo a finales del 2021, pero ocurrió lo contrario en el 2022.
Se justificó con un incremento armonizado con la inflación y la actualización de las tasas catastrales.
Eso de la actualización catastral se ha convertido en el coco de los cumplidos contribuyentes, pues aunque se diga que no se incrementa el Impuesto Predial, cada año se paga más por el concepto de esa tasa impositiva.
A ver si el anunció que recientemente el alcalde Bonilla Mendoza, resulta verdadero, pegarle más al bolsillo de los chihuahuenses sería inhumano.