LOS CAMBIOS y/o enroques que presentó ayer la gobernadora María Eugenia Campos Galván, dan cuenta de la necesidad de poner orden, en las áreas en donde está la inversión pública, la educación, la seguridad el desarrollo social. Claro para lo que venga.
Evidentemente, la primera parte de las modificaciones se dan de cara las elecciones de este año y sobre todo en el 2024. Las otras vendrán más o menos en estos días, pero en el año siguiente.
Estos cambios o enroques, buscan solidificar el gobierno de Campos Galván, cuando Acción Nacional, la ha colocado como probable candidata a la Presidencia de la República, cosa que se ve poco viable, pero desde su estructura gubernamental se le apuesta al proyecto.
Por esa razón, se llevó a su operador político, el (ex) diputado Mario Vázquez Robles para que sea promotor en cada municipio, mientras que la ex (diputada) Karla Rivas, llegó a Desarrollo Humano, para los temas sociales; La pinza se cierra.
La salida del secretario de Educación Javier González Mocken, obedece a los escándalos que se registraron en los bachilleres, desde el negocio de los uniformes (originados desde esa secretaría); hasta los abusos de tipo sexual y los “paros” de brazos caídos, nunca se solucionó nada.
Cuatro rectores en la UACh… en fin ya se fue.
También como lo hemos dicho la salud del ahora ex secretario no está en su mejor momento; bueno la decisión se tomó y lo sustituye Sandra Gutiérrez de quien poco se sabe.
LA MODIFICACIÓN más polémica fue la del secretario general de gobierno César Jáuregui Moreno, quien de entrada se lleva la rifa del tigre.
Varias lecturas se desprenden, con independencia de la nueva posición. Se denota que el ganón fue el secretario del Gabinete, Luis Serrato Castell; los jaloneos entre ambos y posiciones encontradas, eran más que conocidas al interior y desde fuera de palacio.
Por razones obvias, todas las batallas o la mayoría se las llevó Serrato, digamos que es entendible.
Jáuregui, aunque con buen músculo, se convirtió en el bombero de palacio por aquello de andar apagando fuegos; mientras Serrato, pues ya se sabe.
La salida del Fiscal General, Roberto Fierro Duarte, estaba más que cantada. Tres razones de pesos, aunque hay muchísimas; el mega fraude de Aras que en nada va a culminar; el asesinato de los sacerdotes jesuitas con El Checo en calidad de prófugo, más las fuga y privilegios de los Ceresos.
Si le quiere agregar la inacción legal en contra del exgobernador Javier Corral, pues es cosa de sumarle. El señor no quiso o no pudo.
Sin querer hacer leña del árbol caído, fue un fiscal de muy bajo perfil, relajado en disciplina, manipulable y si se le quiere echar la mano hasta bonachón. El pero es que ninguna de los tres adjetivos, se necesitan en la Fiscalía.
Jáuregui tampoco tiene el perfil para la Fiscalía, el tipo es político y buen negociador. Pero en esa posición con quién va a negociar, digamos que, sólo es pregunta.
Ha sido el cerebro de la gobernadora, desde alcaldesa, por muchos años; renglones arriba incluso decíamos el apagafuegos.
A parte es la rifa del tigre, en el coloquio se dice: “No se des, ponme en donde hay”.
La Fiscalía General del Estado, es muy compleja, pero también hay que decir, con riesgos extremos, siempre se pisan callos, juanetes, dedos y hasta vestidos…
No se le restan capacidades al nuevo Fiscal, en una posición VIP, pero hace una horas él era el jefe de todos (o Serrato?), ahora le han quitado estrellas.
De quién llega a ocupar la posición de Jáuregui, el (exsecretario) del Ayuntamiento capitalino, poco y mucho que decir.
Lo mucho tiene qué ver es con su doble desempeño en la misma posición en gobiernos priístas y panistas, le da un plus. Lo hizo bien con Garfio y bien con Bonilla.
De secretario General de Gobierno, es otro cantar y otras escenarios, el deseo que le vaya bien. Lo complejo que tendrá como superiores a la gobernadora y a ahora sí, al secretario de secretarios.
EL CASO DE la ministra con tesis plagiada, Yasmín Esquive Mossa, fue regresado a la UNAM, para que se retire o no el título de abogada por parte de la Secretaría de Educación Pública.
Cosa de lanzarse papas calientes de un lado a otro. La SEP a través de la Dirección Federal de Profesiones, (de la SEP), dice que no tiene facultad de para retirar el título, pues sólo lo registró, más no lo extendió.
Bueno, ahora la UNAM, tendrá que cancelarlo, ante el plagio de la tesis que permitió otorgar el grado.
Hay que ver qué es lo que decide la UNAM; por lo que existe en jurisprudencia a cualquier hijo de vecino se lo cancelan y dan vista a la Fiscalía General de la República, más cuando bajo el título y ejerce una función pública o privada.
Con la magistrada debe suceder mismo; se le cancela el título se le anula la cédula profesional y va a la cárcel; era magistrada y lo es en funciones de las superior y única Corte de Justicia de la Nación.
Entonces, para que tantos brincos si en la planicie el piso es parejo. El pero es que es hija consentida de la CuartaT y esposa del constructor número uno de López Obrador.