El PRESIDENTE de la república, Andrés Manuel López Obrador, está de nuevo enojado con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), por encontrar que es anticonstitucional la adhesión de la Guardia Nacional al Ejército Mexicano.
El enojo es en especificó, en contra de los ocho ministros que votaron en contra de la reforma lopezobradorista; evidentemente no contra los tres afines que votaron porque la Guardia Nacional continuará bajo el mando de la Sedena.
Tan molesto se mostro en la mañanera que calificó a los ministros como constitucionalistas de momento, cuando de entrada ni son constitucionalistas y menos de momento.
Hacer valer la Constitución, es el encargo máximo de la SCJN, es el Poder Judicial, uno de los tres que conforman en Gobierno del México.
Denostarlo por lo tanto es una intervención-intromisión del Ejecutivo, que no debería existir, pero que López Obrador lo hace una mañana sí y la otra también, sobre todo desde que su candidata a la presidencia de esa institución, Yasmín Esquivel, resultó con una tesis profesional plagiada.
El presidente deberá dar reversa a la militarización de la Guardia Nacional y regresarla en la operatividad y administración a mandos civiles.
El artículo 21 de la Constitución es muy claro, las instituciones de seguridad pública, deben estar bajo un mando civil.
Así de sencillo, los ministros de la Suprema Corte no requirieron de entrar en grandes debates, discusiones, análisis o jurisprudencias, la Constitución es además de clara muy sencilla para el tema en cuestión.
Veremos ahora si se cumple con el mandato o si existe un plan B o C presidencial, en donde por lo menos aparte del enojo, el presidente por lo menos ha insinuado que la Guardia Nacional, continuará bajo las órdenes de la milicia mexicana.
Pero también, no se puede dejar de lado, que el objetivo central presidencial es la militarización del país, por lo que se pueda ofrecer, a un año y medio de que deje el poder.
POR CIERTO que como lo anticipábamos ayer, Chihuahua y la gobernadora María Eugenia Campos Galván, regresaron en voz del presidente López Obrador a la mañanera.
De los reclamos en pro de los migrantes que se localizan en Ciudad Juárez, AMLO sólo respondió que son politequerías de la aspiracionista gobernadora.
Con razón o no, los dichos presidenciales nunca respondieron al reclamo/petición de la gobernadora y Chihuahua que en realidad sólo son dos; que se pare el flujo migratorio y que se apliquen políticas (federales) de atención a los migrantes.
AMLO se fue por la fácil de adjetivizar a la gobernadora y nada dijo sobre la tragedia y programas de apoyo para los migrantes.
Pero bueno, tampoco ni mucho ni poco se podía esperar, en cuatro años y medio de la administración federal, Chihuahua (y otros estados), están fuera del radar federal en lo que se refiere apoyos e inversión.
FINALMENTE Brenda Francisco Ríos Prieto, la exdiputada local y excandidata por el Verde Ecologista de México, se decantó por Morena, luego de decorosas propuesta de otros partidos.
Brenda salió echando chispas de Verde, por supuestas deudas no cubiertas por su partido y gastos que le que atribuyeron a su campaña, pero el recurso nunca lo vio.
El año pasado se entrevistó con el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano para su incorporación, la que ya sabemos que no se dio y la misma forma bateó al PRI.
Incluso ya había dicho que Morena no era opción por las diferencia ideológicas, muchas de las cuales, externó durante la campaña en donde consideró que López Obrador era un tirano.
Pero el tiempo y los intereses personales, modifican hasta las ideologías. En la mañana apareció en el recién integrado comité estatal de apoyo de la gobernadora de la CDMX, Claudia Sheinbaum.
Ríos Prieto, ocupa la posición de enlace con el sector empresarial de la entidad.