LA GOBERNADORA María Eugenia Campos Galván, hizo un llamado a los empresarios juarenses, para integrar un frente para atender la emergencia migratoria que se registra en la frontera.
Los empresarios organizados y el gobierno estatal, irían juntos en acciones concretas para atenuar crisis social y humanitaria ante la estadía de decenas de miles de personas en condición de movilidad que ya están en Juárez, más los que continúan llegan.
La mandataria ya había hecho el mismo llamado a los empresarios capitalinos, lo que presupone que habría un frente amplío entre este sector de Juárez y Chihuahua.
La idea es atender la problemática de los migrantes, pero también exigir a la Federación sea parte de la atención, no se puede omitir que es quien tiene las atribuciones y la mayor responsabilidad y quien sin control les abrió las puertas.
La Federación, no escucha a Chihuahua en el tema migratorio, bueno de hecho en ninguno, para mayor precisión.
Y este frente propuesto por la gobernadora, tendrá que atender las consecuencias o efectos colaterales de la migración, entre los que están la economía, la seguridad y la salud.
El problema es tan multifactorial, como complejo en donde todos tendrían que concurrir, incluyendo al Gobierno Federal desde donde en cada mañana, se canta que en México nada pasa y estamos en sana paz.
POR CIERTO que se confirmó la asistencia de un grupo de ocho senadores de la República a Ciudad Juárez el viernes entrante, para analizar la crisis migratoria y los avances en cuanto al caso de los 40 migrantes, que murieron incinerados en las celdas del Instituto Nacional de Migración.
El grupo de senadores de varios partidos políticos estará encabezada por el legislador chihuahuense de Morena, Rafael Espino de la Peña y por la priísta Beatriz Paredes Rangel.
Ojalá que atiendan y entiendan, la grave problemática que se vive en la frontera.
Pero sobre todo que le informen la realidad que se padece en Ciudad Juárez y en algunos municipios del estado al presidente López Obrador, haber si a ellos les cree y se actúe de manera inmediata, antes de nuevas crisis y otras tragedias.
LAS SECCIONES sindicales de maestros en el estado de Chihuahua, la 42 y 08, anunciaron un plantón de mentores, frente a los juzgados federales de la capital para presionar por la suspensión provisión en la entrega y distribución de los libros de texto.
En agosto ambas secciones, la estatal y la federal, estaban de acuerdo en que no se distribución, debido a errores de todo tipo; el adoctrinamiento marxista, la hipersexualización y el acotamiento al conocimiento paulatino de niños y adolescentes.
De la noche a la mañana cambiaron de opinión, ya se sabe que el secretario de Sindicato Nacional Trabajadores de Educación, Santiago Cépeda, recibió la orden del presidente López Obrador a cambio de sabra Dios qué y se convirtieron en adoradores de los textos a a los que antes calificaron de basura proselitista morenista.
Ayer que el Gobierno estatal volvió a parar, por mandato de una jueza federal. Por lo que las secciones anuncian plantones, los que están en su derecho, pero además paro de clases, lo que no les corresponde, no por este motivo.
A las dirigencias sindicales se les debería enseñar un poco de derecho constitucional y el respeto al estado de derecho y de pasadita clases de democracia. Tal vez, por eso quieren los libros que no tienen si temas de civismo.
No puede ser que como en los regímenes totalitarios, obedezcan sólo al mesías, y no muestren el mínimo respeto a los padres de familia, los que a través de la Asociación Estatal son promoventes del amparo, mas otros.
Entonces la pregunta en lógica sería: si realmente les interesa la educación de los niños, o será mantener en sus cuentas el dineral que reciben cada quincena vía cuotas de los profes, con manejos opacos y negocios alternos con ganancias millonarios que no llegan a los agremiados del monopólico sindicato ahora entregado a la CuartaT.
A los maestros de Chihuahua el respeto y reconocimiento de los padres de familia, a las dirigencias; el reclamo de los propios padres que actúan en derecho y respeto a las instituciones.
El sindicalismo magisterial, reprobado, no por el opinador, sino por miles de padres de familia, que sí se preocupan por la educación de calidad de sus hijos y que respetan el estado de derecho.
Lo demás, incluyendo los nuevos libros, son basura y representan la corrupción que no han podido barren de arriba hacia abajo, otra promesa incumplida, ya saben quién.