Al ser la Policía de Chihuahua un modelo en el país, de acuerdo a los lineamientos y exigencias que solicita el Sistema Nacional de Seguridad Pública, resulta necesario contar con equipamiento de primer nivel, que incluye también un grupo de defensa canino, el cual a la fecha se ha consolidado como uno de los más emblemáticos y bien aceptados de la corporación.
El grupo especial canino K9, de la Policía Municipal, cumple el próximo mes de mayo 31 años al servicio de los chihuahuenses, cuyos inicios se remontan al año 1993, cuando el crecimiento de la ciudad y las necesidades en materia de seguridad exigían contar con ejemplares que actuaran en casos donde la vida humana, tanto de los oficiales como de los ciudadanos, corría peligro.
A través de este grupo, se han logrado realizar cientos de detenciones, rescates de personas y salvaguardar la vida de agentes y de terceros que se encuentran en situaciones de peligro o tratan de atentar contra su integridad en momentos de desesperación o por otras causas.
Los canes entran en acción cuando el riesgo a la integridad o la propia vida de los elementos humanos resulta inminente, gracias a su agilidad y rapidez para actuar, condiciones que no pueden ser suplidas de ninguna manera por el hombre, he ahí la importancia de contar con estos animales al momento de neutralizar a los delincuentes o salvar la vida de posibles víctimas en diferentes escenarios.
Fernando Reyes, policía de academia adscrito al citado grupo, mencionó que trabajar con su primer binomio “Fausto”, especializado es detección de sustancias, ha sido una experiencia única, pues además de ser su compañero de trabajo, se ha convertido en su amigo y mascota a la vez, con el cual ha hecho una conexión especial para saber cómo actuar en situaciones de peligro que ameritan su intervención.
“Todos los días convivimos con los ejemplares y entrenamos la obediencia, comandos verbales, afinación del olfato, acondicionamiento físico, entre otras habilidades con que deben contar estos animales para actuar de la mejor manera al momento de realizar una intervención”, agregó Fernando.
Por su parte, Jorge Alberto Valles, policía de academia a cargo de “Lulú”, una ejemplar especializada en detección de artefactos explosivos, recalcó lo importante que es contar con la ayuda de perros que colaboren en diferentes áreas, pues la que él tiene a su cargo hace tiempo localizó una gran cantidad de explosivos en una caja sospechosa que se encontraba en un parque de la ciudad, gracias a la cual pudo evitarse una posible tragedia para las personas del lugar.
“Así como “Lulú”, cada perro policía que tenemos en la institución, cuenta con habilidades específicas para brindar mayor seguridad a la comunidad, a la cual también sirven y protegen. Debemos estar preparados para actuar ante diferentes situaciones; una persona perdida que debe ser localizada, toma de rehenes, atentados contra la propia integridad o un desastre natural, y para ello, nuestros canes serán de gran ayuda”, dijo el agente.