COMO lo anticipamos, llegó la respuesta del alcalde capitalino, Marco Bonilla Mendoza, a los espectaculares que colocó Cruz Pérez Cuéllar, presidente municipal de Ciudad Juárez en varios municipios de la entidad.
Como se sabe, ambos buscan la candidatura a la gubernatura del 2027, Bonilla por el PAN y Pérez Cuéllar por Morena.
Seguramente existe más tiradores, no obstante, hoy por hoy, son los proyectos más sólidos, por sus respectivos capitales electorales, más los otros y las mediciones de las encuestas.
Se han movilizado por todo el estado con cualquier pretexto, sobre todo durante los fines de semana, para crear sus estructuras mínimas de apoyo para irlas exponenciado, con el paso de los meses… y años.
Las campañas anticipadas de ambos (y otros), iniciaron un día después del pasado proceso electoral; anticipadas sí, demasiado tiempo también, pero ahí están.
Bonilla arrancó ayer una su campaña de difusión en redes sociales digitales con un con un enunciado gráfico que reza “que Bonilla es Chihuahua”.
Aunque no tiene autoría y se manejó en en redes sociales, definitivamente se trata de un elemento de mercadotecnia y comunicación política, vinculable al nombre del corrido de Chihuahua.
En aparecía por ahora se trata de una campaña “interna” que se maneja en las redes sociales de servidores públicos municipales, pero por su condicional de universales estarán en todo el mundo.
Es el inicio de este tipo de campañas (anticipadas y disfrazadas), en donde seguramente vendrán decenas, tiempo al tiempo.
A MENOS de 15 días de haber dejado la dirigencia estatal del PAN, Gabriel Díaz Negrete, reapareció en medios de comunicación con algunos proyectos políticos, empezando por el personal.
El Gabo como le gusta que le digan, se quedó sin Juan y sin la gallina; le negaron la reelección en la presidencia de su partido y no alcanzó el porcentaje suficiente para una diputación federal pluri.
El error del exdirigente, fue haberle prometido a la gobernadora, Maru Campos que en la reciente elección, Acción Nacional tendría carro completo, con una aceptable abolladura en Ciudad Juárez.
Lo peor es que el día de la elección por la noche salió a dar a conocer que el PAN había arrasado en la elección, horas después pues ya ni salió, la aplanadora de color guinda les había pasado por encima y (él) ni se dio cuenta.
Eso pequeños pecados, en política no se perdonan; ahora sale con las mismas vaticinado un triunfo contundente para Acción Nacional, pero el problema es que ya no tiene credibilidad.
VAYA que el mensaje del presidente Donal Trump, llegó muy rápido a México, vía el actual embajador de los Estados Unidos, Ken Salazar en sentido de que el expresidente López Obrador, no aceptó ayuda económica, información y la inteligencia de los Estados Unidos para combatir el crimen organizado.
Pero además, enfatizó que la estrategia de abrazos no balazos, fue un total fracaso, en donde con diplomacia dejó entrever que “el anterior presidente” protegió a los carteles mexicanos.
La presidenta Claudia Sheinbaum intentó salir del tema con eso de la independencia y soberanía de México, pero no alcanzó para desmentir la gravedad de los expresado por el embajador.
El Departamento de Estado del vecino país del norte, respaldó las afirmaciones de Salazar, lo que tensará más la relación con México
El país más poderoso del mundo ya había advertido que abatir el Poder Judicial, no era sano ni para la democracia ni para las inversiones; no se atendió el llamado; ahora el reclamo escaló a una acusación muy directa y delicada en contra de López Obrador.
Qué ahora sigue; por lo pronto diremos que nada bueno, los errores de la CuartaT, todos los mexicanos los vamos a pagar, el radicalismo de Trump, es exactamente igual que el mexicano actual, aunque en sentido inverso.