JIRONES DE NUESTRA HISTORIA
JESÚS GARCÍA “EL HÉROE DE NACOZARI”; LA HISTORIA REAL, NO LA VERSIÓN DILUÍDA DE LOS LIBROS DE TEXTO
Por: José Luis JARAMILLO VELA
Los orígenes del héroe
DELICIAS CHIH.- José de Jesús García Corona nació el 13 de noviembre de 1881 en Hermosillo, Sonora, fue uno de los ocho hijos del matrimonio de Francisco García Pino y Rosa Corona de García; ambos batallaban para sostener a sus ocho hijos, por lo que la infancia de Jesús García, si bien no fue de entera pobreza, no estuvo exenta de carencias y momentos de estrechez económica, aún así, la infancia de Jesús fue feliz.
En Hermosillo realizó su educación primaria y secundaria, hasta ahí llegó su escolaridad, pues comprendió que debía trabajar para apoyar a sus padres y a la economía familiar, hasta que en 1897 la familia García Corona decide mudarse a Nacozari, Sonora, un enclave minero en la Sierra de Sonora que estaba en pleno auge y crecimiento, pues el imperio minero de Cananea ya estaba a tope en su funcionamiento y ahí ya no había oportunidad de empleos, sin embargo el corredor minero de Nacozari, Huásabas, Bacadéhuachi y Nácori Chico estaba en pleno desarrollo y ofrecía muchas oportunidades de empleo en todos sus campos mineros, ahí fue a parar Jesús García.
El joven alegre pero serio, despreocupado pero muy responsable
El joven Jesús García llega a Nacozari con 17 años de edad, pero con muchas ganas de trabajar, así que se va directo con Míster W. L. York, quien era el gerente general de la Moctezuma Copper Mining Company y le solicita empleo; Jesús le dice que no desea trabajar al interior de las minas, sino en los ferrocarriles que transportaban materiales, suministros y mineral entre las plantas de beneficio y las minas; Míster York lo contrató y lo envió con el Superintendente Appleton H. Danforth, quien debido a su corta edad lo asignó como aguador, cuya función era suministrar y llenar los depósitos de agua de las locomotoras, que funcionaban con vapor de agua, Jesús operaba una especie de palangana de gran tamaño, con la que llenaba los depósitos de las locomotoras, mientras que los carboneros surtían los vagones de carbón para que se pudiera efectuar la combustión de la máquina.
A pesar de haber sufrido algunas carencias en su infancia, Jesús García era un joven mozalbete muy serio en sus cosas y en su manera de conducirse, pero al mismo tiempo era muy alegre, fiestero y amiguero; parecía ser un joven despreocupado, pero era todo lo contrario, una persona muy responsable y muy dedicado en sus actos, con sus padres y con su trabajo; Jesús era muy querido en Nacozari, le gustaba pasear a caballo, tener amigos y vestir bien; con las damas le iba muy bien por su porte y su personalidad alegre, pero sobre todo, por su trato respetuoso y caballeroso con ellas, eran famosas sus serenatas dedicadas a la enamorada en turno.
Por esa personalidad tan alegre y desenfadada y por su esmero, dedicación y responsabilidad en sus labores, Jesús García fue ascendiendo en su trabajo, de aguador pasó a carbonero, de ahí fue subido al tren, primero como bombero, responsable de auxiliar en lo que se pudiera ofrecer a bordo de la locomotora, así como mantener el buen funcionamiento del silbato y de los faroles; después como fogonero, cuya responsabilidad era controlar la temperatura de la caldera para el funcionamiento de la máquina y después pasó a ser guardafrenos, los responsables del engrasado del sistema de frenado de la locomotora, todos ellos bajo las órdenes del maquinista.
Por fin su sueño, a principios de 1901 y con diecinueve años de edad, Jesús García es ascendido a maquinista, se le puso al mando de la máquina # 2 del Ferrocarril de la Moctezuma Copper Mining Company; su trabajo consistía en transportar mineral, materiales y suministros entre la bodega de materiales en Nacozari, las minas de Pilares, La Caridad y Cruz de Cañadas y las plantas de beneficio.
Premio por desempeño
En 1904, con veintitrés años, su desempeño dentro de la compañía minera había sido tan destacado que la Moctezuma Copper Mining Company lo eligió entre los diez mejores empleados de la compañía, el gerente general, Míster W. L. York, los premió con un viaje de dos semanas con todos los gastos pagados a la Feria Mundial de San Luis Missouri; la delegación completa se componía de personal de mineros, mecánicos, electricistas, de materiales, de productos, de administración y de ferrocarril, así como directivos.
En el grupo iban el mecánico italiano Rafaello Rocco y el jefe de materiales, el canadiense Sam Casey, muy buenos amigos de Jesús García, ellos lo animaron a participar en las competencias de frenos de locomotora que se organizaban dentro de la Feria Mundial de San Luis; la prueba consistía en arrancar una locomotora a toda velocidad y detenerla después en el menor tiempo y distancia posible; Jesús ganó la competencia venciendo a viejos y experimentados maquinistas. Al recibir su trofeo de ganador, Jesús García dijo: “Cuando me inscribí en la competencia vi que pusieron la bandera de México…. en eso me inspiré para ganar”.
Primera muestra de heroísmo, hecho poco conocido
El maquinista Jesús García Corona era ya un experimentado maquinista al servicio del ferrocarril minero, cuando dio su primera muestra de heroísmo; era un día de octubre de 1906, Jesús García estaba jalando un tren con diecisiete góndolas llenas de mineral, se dirigía de la mina de Pilares a Nacozari, un trayecto de unos doce kms., el mineral debía ser entregado en la planta de beneficio concentradora en Nacozari, en donde se separaba el cobre de otros minerales e impurezas.
A la mitad del trayecto entre Pilares y Nacozari estaba el Puente de Pilares, saliendo del puente había un curva cerrada y luego se iniciaba el descenso al pueblo de Nacozari; la razón por la que a los extremos de los puentes estaban dos curvas cerradas, era para que los maquinistas redujeran la velocidad al entrar al puente, pues en caso de algún accidente, el ferrocarril caería al vacío; al salir del puente y tomar la curva, Jesús García se da cuenta de que no sirven los frenos, sabe que más adelante se inicia el descenso hacia Nacozari y que el tren sin frenos y con diecisiete góndolas repletas de mineral tomaría una velocidad vertiginosa, García toma entonces su primera decisión, ordena a sus fogoneros y guardafrenos saltar del ferrocarril antes de iniciar el descenso y así lo hacen.
Ahora Jesús García está solo a bordo e inicia el descenso hacia Nacozari, el tren toma una velocidad vertiginosa debido a la pesada carga que lleva, García sabe que de no detener el convoy, se va a descarrilar en el puente de acero que está justo antes de llegar a la planta concentradora y caería al vacío, o se estrellaría contra la misma planta, causando la muerte de muchos de sus compañeros; García tiene que detener el tren, no le queda ninguna otra opción.
Para ello, Jesús García puso en práctica todos sus conocimientos y experiencia, sabía del riesgo que corría su vida, pero su responsabilidad estaba por encimas de todo, así que se multiplicó dentro de la locomotora; activó los motores en reversa, logró controlar la presión del vapor hasta irla reduciendo, al mismo tiempo accionaba constantemente el silbato, anunciando la posibilidad de un accidente; finalmente pudo reducir la presión de vapor al grado de ya no generar combustión, por lo que el ferrocarril perdió gradualmente su velocidad hasta quedar detenido a unos cuantos metros antes del puente que daba acceso a la planta concentradora, evitando una catástrofe.
Sobre este incidente, el maquinista Jesús García solo dijo: “Pensaba en el día que gané el concurso de maquinistas en Estados Unidos y sabía que tenía que detener el tren”.
La tragedia, ¿Qué sucedió ese fatídico día?
Era la mañana del jueves 7 de noviembre de 1907, el olor a leña quemada de las chimeneas avisaba de la proximidad del invierno; para esas fechas, ya el frío comienza a dejarse sentir en el norte de México; amaneció nublado cerrado, se había pronosticado posible tormenta, según las crónicas de esa época narran que extrañamente durante la noche no dejaron de ladrar los perros y los gallos cantaron sin cesar, posiblemente presagiando la tragedia; muchos se dieron cuenta de ese detalle, pero siguieron con sus cosas.
Doña Rosa Corona, la madre de Jesús le dice que tiene una sensación muy extraña y siente una opresión en el pecho; al salir Jesús al trabajo, lo despide colmándolo de bendiciones y le pide que se cuide mucho, Jesús asiente con la cabeza, le da un beso a su madre y parte rumbo a su trabajo, en donde al llegar ya estaban encendidas las máquinas locomotoras, listas para sus recorridos a las minas; Jesús García y su tripulación notan que la máquina # 6 está encendida y no se encuentra ni su maquinista ni su tripulación, cuando en eso llegan las primeras malas noticias del día.
En ese momento se presenta el Superintendente Appleton Danforth, informando que el maquinista alemán Albert Biel y su tripulación de la máquina # 6 se encuentran hospitalizados por unos malestares, por lo que Jesús García y su tripulación tendrán que hacer dobles viajes para suplir las ausencias y hacer un viaje especial que se le había asignado a Biel. La jornada laboral inicia normalmente, las góndolas están cargadas con materiales y suministros que deberán ser llevados a las minas de Pilares, La Caridad y Cruz de Cañadas en el transcurso del día.
Para la 1:00 p.m., García y su tripulación han concluido con el trabajo de ellos y el de la tripulación de Biel, por lo que se dispone a ir a su casa y comer ahí con su madre, antes de efectuar otro viaje que le correspondía a Albert Biel, cuando llegan más malas noticias, el viaje especial que debía realizar Biel, consistía en trasladar 4.5 toneladas de dinamita de la mina de La Caridad hacia la mina de Pilares, pero le iban a añadir otras 10 toneladas de dinamita y 3.2 toneladas de pólvora comprimida que debía dejar de pasada en Nacozari.
A esas horas ya el cielo se veía negro por los densos nubarrones que no tardaban en dejar caer una tormenta, Jesús García termina de comer con su madre, quien le pide a ruegos que no se vaya, tiene muy malos presentimientos, pero Jesús le dice que no se preocupe, nada más lleva unas cargas y estará de regreso; nada más que esas cargas eran nada menos que 17.7 toneladas de explosivos; García regresa a cubrir el viaje que debía hacer Albert Biel.
A las 2.00 p.m. parten García y su tripulación en la máquina # 2 con rumbo a la Mina La Caridad, al llegar ahí, la máquina # 6 de Albert Biel ya está cargada con 14. 5 toneladas de dinamita con sus respectivos detonadores, además de 3.2 toneladas de pólvora compactada; las instrucciones eran llevar 4.5 toneladas de dinamita a la Mina de Pilares y regresar con las otras 10 toneladas de dinamita y las 3.2 toneladas de pólvora compactada, para entregarlas en el polvorín de la bodega de materiales en Nacozari.
Las minas de La Caridad y Pilares, estaban casi 400 metros por encima de la altitud de Nacozari, por lo que había pendientes pronunciadas; saliendo de La Caridad, de inmediato se dan cuenta de dos graves anomalías; la primera era que la chimenea de la máquina estaba dañada, los cedazos que evitaban que las chispas salieran, estaban rotos, no funcionaban y el segundo y más grave problema, contrario a las medidas de seguridad ferroviaria, los trabajadores de la mina habían engarzado las góndolas con explosivos, justo detrás del fogón de la máquina, representando un grave peligro.
El fogonero, de nombre José Romero Moreno, un jovencillo de dieciocho años le informa a García que las chispas de la chimenea de la máquina han provocado un incendio en una de las góndolas con la dinamita y ésta ha comenzado a arder; como trabajadores mineros, saben que la dinamita puede arder, pero sin el detonador no puede explotar, los detonadores estaban en el fondo de las góndolas, mientras el fuego no los alcanzara, no podría detonar la dinamita; García sabe que tiene carrera contra el tiempo y traza un plan: alcanzar la máxima velocidad, pasar por Nacozari sin detenerse, llevar el tren fuera del pueblo y abandonarlo a que explote en despoblado.
La gran preocupación de García era que en Nacozari estaba un almacén con otras cincuenta toneladas de dinamita, además de los enormes tanques de gas y los almacenes de pinturas, productos químicos y combustibles, de explotar ahí el tren, la catástrofe sería de enormes proporciones. Mientras tanto, los fogoneros y la tripulación mantenían la presión del vapor al máximo, por lo que el tren iba a máxima velocidad; ya estaban muy cerca de llegar a Nacozari, donde había una enorme curva hacia la Mina de Pilares, García la tomó a toda velocidad, en ese momento ordena a su tripulación saltar del tren, todos lo hacen menos el fogonero José Romero, quien continúa manteniendo la presión.
En el pueblo ya comenzaban a caer las primeras y pesadas gotas de lo que sería una tormenta, cuando alguien le avisa a la prometida de García que lo han visto pasar a toda velocidad con fuego en las góndolas, la muchacha estaba en casa de la hermana de Jesús García quien tenía un bebé de diez días de nacido, ahí estaba también la madre de García, la preocupación se apoderó de ellas; en el pueblo la gente en las calles corrió a sus casas o buscó algún refugio, todos sabían lo que podía pasar y todos los que lo vieron, supieron que García intentaba alejar el peligro del pueblo.
A bordo del tren, la situación no podía ser más dramática, García, palanca en mano trataba de alejarse del pueblo; estaban por llegar a un punto llamado “El Seis”, cuando García le ordena al fogonero José Romero que salte del tren y le dice: “Pepe, salta ya, yo voy a atorar la palanca y llegando a El Seis voy a saltar y que el tren siga solo”; así lo hizo Romero, saltó y buscó donde protegerse, siguió con la vista al tren y vió que Jesús García no alcanzó a llegar a El Seis cuando se produjo la terrible explosión, llevándose a García, que no pudo saltar del tren.
Desde donde estaba, el fogonero José Romero sintió el enorme estallido, vio volar fierros, tallas, rieles y piedras por todos lados, la onda expansiva lo aventó varios metros, resultando con heridas; el estallido fue tan fuerte que ensordeció a muchos y rompió los vidrios de casas y edificios; en los techos de las casas cayeron trozos de riel y fierros; la confusión en el pueblo de Nacozari es mayúscula, hay gente aturdida, hay heridos y muertos, hay vidrios quebrados y techos destruidos y una enorme y espesa columna de humo negro; estallaron 17.7 toneladas de explosivos, el estruendo se escuchó a 20 kms a la redonda; hubo quienes aseguraron haber escuchado la detonación en Cumpas y otros afirmaron haberla escuchado hasta el pueblo de Huásabas, a unos 60 kms de Nacozari.
Recuento de los daños, dolor y muerte
Al disiparse la espesa nube de humo negro y salir la gente de su aturdimiento, comienza la labor de remover escombros y buscar víctimas y sobrevivientes; en el Kilómetro Seis, una pequeña colonia a las afueras de Nacozari, todo era destrucción y desolación, casas destruidas o reducidas a escombros, olor a pólvora, fierros retorcidos y tallas por todos lados; lo primordial era buscar sobrevivientes, se localizaron dieciocho y fueron trasladados al hospital de Nacozari; se encontraron trece muertos; la escena más dolorosa e impactante fue la de un niño de doce años que murió atravesado por un trozo de riel.
El silencio era total, el dolor de la comunidad era inmenso; los restos de la locomotora de Jesús García se encontraron a ochenta metros del enorme cráter que dejó la explosión y de su cuerpo solo se encontraron algunas partes que fueron identificadas por sus hermanos; en Nacozari hubo también destrozos en vidrios, casas, techos y gente con heridas muy leves y malestar general, debido a la onda expansiva de la detonación; el desastre dejó un saldo de 18 heridos de consideración pero no de gravedad y 13 muertos, incluido Jesús García, quien desde ese momento su acto tomó tintes de heroísmo.
Los restos de Jesús García Corona fueron sepultados al día siguiente, 8 de noviembre por la tarde en el Panteón de Nacozari, a unos días antes de cumplir los 27 años, sin embargo, ese mismo día comenzó su leyenda. La tragedia de Nacozari dejó trece muertos, pero con su acto, Jesús García salvó la vida a miles de ciudadanos.
Jesús García el Héroe de Nacozari, único héroe civil en la historia de México
Es muy raro ver en la historia héroes que nacen en el momento justo de mostrar su valentía y heroísmo; Por lo general los actos heróicos se presentan en los campos de batalla, en actos de guerra, con militares o revolucionarios entregando sus vidas por la Patria, o en acciones de tipo político, evitando situaciones desagradables para el país; en todo caso, los héroes de la historia de México son militares, revolucionarios, políticos e insurgentes; todos relacionados con actos bélicos, libertarios y políticos. En todos estos casos, la gloria y el reconocimiento que merecen los héroes más valiosos de la Patria, tardan años y en algunos casos, generaciones enteras en recibir su reconocimiento como héroes, casi siempre sujetos a que algún gobernante se acuerde de ellos y de sus actos heróicos, para que a través de los Congresos locales o del Congreso de la Unión, se les declare héroes nacionales.
Por eso el caso de Jesús García Corona es único en su género: su heroísmo no se demostró en ningún campo de batalla ni en acción de guerra, el suyo fue un acto civil; su acción heroica fue reconocida el mismo día que sucedió y todos, pueblo y autoridades reconocieron su heroísmo de inmediato; Jesús García Corona es hasta el día de hoy, el único héroe civil en la historia de México, no existe otro; además ningún héroe ha recibido ese reconocimiento el mismo día. La misma tarde de los hechos, el Gobernador de Sonora, General Luis Emeterio Torres Meléndez hacía una declaratoria de heroísmo a Jesús García Corona.
El legado de José de Jesús García Corona
+ Al día siguiente de la tragedia, los diarios nacionales e internacionales destacaban al héroe Jesús García y su valerosa acción; unos días más tarde arribaron a Nacozari el escritor estadounidense Don Dedera, enviado por la Universidad de Arizona y un grupo de reporteros del influyente y poderoso The New York Times. Don Dedera publicaría meses más tarde su libro “Good bye García, Adiós”, en donde describe el acto heróico.
+ En 1909, el Gobernador de Sonora, Alberto Cubillas ordena erigir un monumento a Jesús García en la plaza principal de Nacozari.
+ En 1919, el Gobernador de Sonora, General Plutarco Elías Calles, ordena la exhumación de los restos de Jesús García, para ser depositados a perpetuidad en el monumento a su memoria; el mismo Plutarco cargó el cofre con los restos y lo depositó en dicho monumento.
+ En 2021, el Congreso del Estado de Sonora aprueba la iniciativa enviada por el Gobernador Alfonso Durazo Montaño, que declara como Patrimonio Cultural del Estado de Sonora al monumento, la tumba y la plaza del Héroe Jesús García en Nacozari, Sonora.
+ La American Royal Cross of Honor de Washington D. C., declaró a José de Jesús García Corona como “Héroe de la Humanidad”.
+ En las ciudades de Nacozari, Sonora; Hermosillo, Sonora; Toluca, Estado de México; Parral, Chihuahua; Xalapa, Veracruz y San Luis Potosí, S.L.P., existen estatuas y monumentos a Jesús García Corona; también en San Luis Potosí se encuentra el Museo del Ferrocarril “Jesús García”.
+ En todos los Estados de la República existen cuando menos una ciudad con alguna calle, colonia, escuela, parada de metro o metrobús e incluso hasta estadios, unidades deportivas y centros culturales con el nombre de Jesús García el Héroe de Nacozari.
+ La versión original del “Corrido de Jesús García”, pertenece al compositor Ruperto Zamora Medina, originario de Huásabas, Sonora y la compuso el mismo día de la tragedia, pues ese día se encontraba en Nacozari; la versión más conocida es la de la “Máquina 501”, que popularizó Francisco “El Charro” Avitia, pero que presenta una serie de imprecisiones, comenzando por el título, ya que en 1907 había 120 máquinas locomotoras en todo México. La versión original y los derechos, le pertenecen al compositor sonorense Rodolfo Rascón Valencia, a quien Ruperto Zamora le heredó las potestades sobre dicha obra.
Referencias Bibliográficas:
+ www,listo.gob.mx
+ museoregional.unison.mx
+ cndh,org,mx
+ historiadenacozari.org
+ launiversidaddearizona.edu
+ cronos-steeltrading.com
+ thephelpsdodgeminingcompany.com
+ arizonahistoricalsociety.org
+ es.wikipedia.org