Por J. ALMODÓVAR
PARRAL CHIH.- La comunidad de Dolores Guadalupe y Cavo se encuentra conmocionada tras el ataque armado que sufrió el padre Lorenzo Antonio Medina, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
El sacerdote que fue baleado el viernes se encuentra fuera de peligro, pero ha levantado preocupaciones sobre la seguridad en la región. Afortunadamente, fuentes cercanas a él han confirmado que se encuentra fuera de peligro y fue trasladado al hospital de Guadalupe y Calvo para recibir atención médica.
El padre Lorenzo Antonio había llegado a la comunidad de Dolores hace dos años, donde rápidamente se ganó el cariño y el respeto de los habitantes gracias a su carisma y simpatía. Su labor pastoral y su cercanía con los feligreses lo convirtieron en una figura apreciada en la comunidad.
Antes de su llegada a Dolores, el padre Medina estuvo varios años en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en la cabecera municipal de Guadalupe y Calvo, donde también dejó una huella significativa en el corazón de los fieles.
La noticia del ataque ha generado una ola de preocupación entre los habitantes del municipio quienes han expresado su apoyo y solidaridad hacia el sacerdote. “Es un hombre bueno, siempre está dispuesto a ayudar a los demás. No puedo creer que esto le haya pasado”, comentó un vecino de la comunidad.
A medida que se recibe información sobre su estado de salud, la comunidad católica de Guadalupe y Calvo, se une en oración por la pronta recuperación del padre Lorenzo Antonio Medina, quien ha sido un pilar de apoyo y guía espiritual para muchos en la región.