Mentiras y bots

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 Por Luis SILVA GARCÍA

CD. JUÁREZ CHIH.- Estamos en la época de la desinformación, instrumento de uso político que cada vez los gobernantes emplean con mayor fuerza para dejar sus mensajes de conveniencia sembrados en la ciudadanía.

Si la información con calidad y seriedad ha sido en la historia una característica de crecimiento cultural y social, hoy en día padecemos, de igual forma, una desinformación paralela a la falta de educación; nada es de forma casual.

“La adulteración de la información es un instrumento político, pero la característica de la actualidad es que con el ascenso y uso global y multitudinario de redes sociodigitales, estamos más expuestos a la fabricación de falsedades”, indica el doctor y maestro de Comunicación Raúl Trejo Delarbre, quien durante años ha destacado como critico de las desviaciones en la información.

Y efectivamente, con la invasión de instrumentos digitales, y a diferencia de lo que tradicionalmente se ha manejado en los medios de comunicación, ahora la información aparece en las redes desjerarquizada, revuelta, confusa y breve.

Las redes son un reborujo, para definirlo con una palabra de uso común en la región norte de México, y sobre cualquier tema alguien te puede inventar un meme o hasta un perfil falso, pero muchos podrán creer que lo que se publica es real; ahí esta el grave riesgo.

Un ejemplo, que puede parecer un tanto inofensivo, es el que sucedió en el beisbol de la Serie del Caribe 2025, cuando alguien elaboró un perfil falso de Facebook a nombre de los cronistas de ESPN, y por más que la cadena televisiva y las propias personas se afanaron en desmentir y denunciar, el sitio continua difundiendo mentiras, aparentemente con el fin de logar un impacto en redes.

Primero inventaron la nota de que el manager de México, Benjamín Gil, había sido contratado como coach de los Cachorros de Chicago, en las Ligas Mayores de Beisbol  (MLB); de ahí varios medios tomaron la nota y parecía real, de manera que muchos así lo creímos, y solo con el paso de los días, al revisar desmentidos y aplicar esquemas de seguridad informativa, concluimos que la noticia era falsa.

Pasó esa nota y bajó su impacto, y entonces sacaron que el manager de República Dominicana, Albert Pujols, también fue contratado por otro equipo de MLB, nota totalmente falsa, pero la refiero como muestra de se puede inventar prácticamente cualquier cosa, lanzarla en la red, muchos lo creen, y no hay quien pueda parar a los mentirosos, salvo que sea el receptor del mensaje el que tenga criterio suficiente para no creer todo lo que lee.

Estamos hablando de un tema deportivo, pero  hay muchísimas personas que solamente se enteran de los asuntos sociales, políticos y electorales a través de las redes; no leen periódicos y con esa información sus prejuicios se refuerzan.

Ante la ignorancia masiva y con el uso de instrumentos de la difusión intensiva de mensajes, ya varias campañas políticas nacionales han utilizado estos instrumentos para lograr resultados. Es el caso de las dos campañas de Donald Trump en Estados Unidos y el caso de las dos campañas de Morena en México para ganar la Presidencia de la República.

Los políticos no solamente han empleado mensajes falsos y bots para fijar postulados en sus campañas, sino que han contratado compañías propagandísticas internacionales, particularmente de Europa del Este, para influir en la ciudadanía y en los votantes. Los mismos esquemas los han aplicado en diversos países para ganar elecciones.

Por añadidura, en la actualidad nos encontramos con la posibilidad de que esas herramientas digitales, además de las mentiras que dicen los actores políticos, tengan contenidos falsos elaborados con recursos de inteligencia artificial generativa, que crea videos, audios o textos. “Esta forma de engañar a la gente es solo una manera de distorsionar el debate público que es necesario en toda democracia”, nos alerta Raúl Trejo.

No podemos dejar de lado el principio de que la libertad de expresión es sagrada y debe ser inviolable, pero esta ni siquiera existe si no hay garantías por parte del Estado; y para ello se requiere pluralidad. Pero, según nos dice Trejo, “hay gobiernos que se erigen en interventores de la verdad, y quieren decirle a la sociedad qué es mentira y qué es cierto. Y aquí enfrentamos el riesgo de que los sesgos que tiene cada uno se impongan y, en vez de verificadores, tengamos ‘pontífices’ de la verdad”.

Es así como, ante el batidero de desinformación y el caos de las redes, el poder utiliza los elementos, sean lícitos, ilícitos o neutrales, para su beneficio, y traigo al caso la expresión del sociólogo y politólogo Alfredo Figueroa Fernández, quien se refiere a la manipulación de la información oficial: “Un tema del que nadie quiere hablar es que el control de los medios de comunicación en este país es enorme. Las portadas diciendo que gran cosa acaba de lograr Claudia Sheinbaum son notables; es lo que hace algunos años bautizamos como `el nado sincronizado´ y hoy en los medios de comunicación es impresionante”; muchos medios sacan la misma nota o la misma imagen hablando bien del gobierno todos los días.

El reciente conflicto migratorio-arancelario entre México y Estados Unidos, o entre Trump y Sheinbaum, es más mediático que otra cosa, es un teatro de imagen. Nos explica Figueroa, “El Gobierno de México ha leído bien lo que tiene que ver con estar blofeando, es decir, hay una lectura en donde se están cuidando muy bien los términos para decir: esta parte de este cuate (Trump) es blof, es decir me esta pidiendo algo que yo estoy dispuesta a dar, y el necesita salir con un relato, y yo necesito salir con otro; casi parece un acuerdo para darle tranquilidad a un termino de relación, y claro que ha habido un cabildeo en los Estados Unidos para definir los términos, pero ese cabildeo no se ha visto, de ese no habla la prensa”. Finalmente ambos salen ganando en imagen y en los medios hay notas que les favorecen.

El manejo de la información puede ser manipulado en muchas formas, tanto por los jerarcas como por los influencers o por cualquier usuario de redes que quiera figurar o ganar imagen, en cualquier tema y en cualquier momento. El desorden ya es mortificante.

Y regresemos a la reflexión de Trejo: “la educación es la herramienta poderosa para contrarrestar la desinformación”. La distorsión de los hechos ha sido una práctica deliberada en la historia del mundo, los relatos siempre los hacen los vencedores, las noticias siempre las difunden los encumbrados, son los dueños de los medios de comunicación y ahora de las plataformas de las redes.

Conforme el nivel de cultura y educación de la sociedad sea mayor, menor será la desinformación y la distorsión de los hechos. En honor a la verdad, es hora ya de que avancemos urgentemente en la tan abandonada educación en México.