Vamos por buenos jueces

0
181

Por Luis SILVA GARCÍA

CD. JUÁREZ CHIH.- Cuando me habló el doctor en derecho, César Juárez, y me dijo que había quedado en la lista de candidatos a jueces para el Distrito Bravos, que comprende el Municipio de Juárez, Chihuahua, en este esquema que armó la autoridad nacional para renovar el sistema judicial, y que ha sido tan cacaraqueado como cuestionado, yo medité:

No creo en este sistema de renovación. Si estoy absolutamente seguro que muchas cosas deben cambiar en el poder judicial mexicano, que hay muchísimas situaciones que están mal y que la corrupción, como en todo nuestro territorio geográfico tricolor, se ha extendido como una mancha terrible e inexorable.

También aprecio que este esquema de modificación, para nombrar candidatos por tómbola y jueces por elección popular, no parece libre de intereses; antes al contrario, todo indica que el propósito es hacer a un lado a quienes se han aprovechado de la situación, para poner ahora a los amigos y cercanos de los que están en turno en el poder.

La descalificación de unos contra otros está al orden del día, pues desde 2018 a la fecha el gobierno federal ha sido cuidadoso en enfrentar a los mexicanos, unos contra otros por motivos de ideología política, como si eso nos hiciera mejores seres humanos o siquiera les diera de comer a los hambrientos. El odio solo favorece a los poderosos; así lo ha mostrado la historia una y otra vez, pero parece que no aprendemos.

En ese contexto, el mensaje oficial dicta, en el caso de la reforma judicial, que todos los que se van son corruptos y explotadores de las masas, y todos los que llegarán serán los buenos que vienen a salvar nuestro ninguneado patriotismo, así como a rescatar todos los valores del bien común.

Ni una cosa ni la otra pueden ser ni medianamente ciertas, menos aún tan verdades absolutas como dictan los mensajes en redes sociales, como tampoco hay régimen autoritario y absolutista que logre control por eternidad, ni mucho menos. La conducta del ser humano es mucho más compleja e impredecible que los afanes dictatoriales.

En este panorama de realidades que nunca podrán ser ni blancas ni negras, sino siempre en matices de gris, me parece más que válido y loable el esfuerzo del doctor César Juárez por ganar un puesto, como juez de primera instancia en materia penal, en el proceso electoral cuya jornada de votación será el próximo domingo 01 de junio, donde figurará con el número 72 en la boleta de color morado, porque deberá usted considerar que hay de varios colores, según los cargos que se votarán.

Llegué al razonamiento de que, si la elección es tan manipulada y los que tienen el control de la autoridad civil y autoridad electoral, que en este momento es el partido Morena, van a reservarse seguramente los puestos de más peso, como son los espacios para magistrados y jueces de distrito, pues entonces los candidatos que van por su cuenta y fuerza moral individual, como es el caso del doctor César, no tienen en puerta una campaña cómoda, sino al contrario.

Las reglas no están ni tan claras ni mucho menos tan sencillas; los candidatos solamente pueden promoverse en redes sociales y mediante volantes, no existen prerrogativas con colaboración por parte de partidos, como han sido tradicionalmente las elecciones, ni pueden recibir los candidatos apoyos económicos ni de particulares, ni menos aún de fondos públicos. Tampoco está permitida la publicidad pagada por ningún medio.

Se trata entonces de buscar persona a persona, para sumar a quienes puedan votar por un candidato que valga la pena, y aquí es donde razoné lo siguiente: de que todos los jueces lleguen a ser personas poco o nada confiables, a que llegue al menos uno que me consta que es honesto y muy preparado para la tarea de juez, pues debo poner mi granito de arena para impulsarlo.

Máxime que, como muchísimos ciudadanos mexicanos, yo también engroso las filas de quienes hemos sido víctimas de las acciones y decisiones de malos juzgadores, que en un momento se han prestado para proteger los intereses de poderosos en perjuicio de trabajadores y ciudadanos comunes y corrientes.

En mi caso, he sufrido por decisiones y acciones de jueces injustos y/o corruptos, que me han causado daño material, pero pienso en tanos mexicanos que han sido víctimas de mala impartición de la justicia en casos de homicidios, secuestros, falsas denuncias, detenciones arbitrarias, o aquellos que han pasado hasta años privados de su libertad sin que se dicte condena, o por condenas injustas o infundadas, y entonces me mueve buscar hacer lo que me toque, por pequeño que parezca, para que al menos alguien honorable llegue a ser juez.

Y muy seguramente cuando el doctor César Juárez llegue a ser juez no me va a tocar que me favorezca en lo particular, ese no es el asunto que nos debe mover a actuar, el caso es que toca velar por el beneficio de México, de Chihuahua y de Juárez, o de donde radiquemos cada uno, para hacer lo que nos corresponda por el bien de todos, pese a que las condiciones del juego no sean tan claras, o más bien por eso mismo.

Tendremos que informarnos y motivarnos para participar en la elección del sistema judicial, pues se van a elegir en el estado a tres magistradas y dos magistrados para el Tribunal de Disciplina Judicial, a 15 magistradas y 15 magistrados para el Tribunal Superior de Justicia, así como a 135 juezas y 135 jueces para los juzgados de primera instancia y menores. Además hay votación por Jueces de Distrito del nivel federal.

Al Distrito Judicial Bravos, que se integra por los municipios de Juárez, Guadalupe, Práxedis G. Guerrero y Villa Ahumada, corresponden 23 juezas y 20 jueces de primera instancia penal, de entre casi 80 candidatos.

El día de la elección se van a utilizar varias boletas y en cuanto a los jueces de primera instancia se puede votar por 5 candidatos. En el caso del doctor César Juárez se localiza en la boleta de color morado y el número que le corresponde es el 72, en la elección del Distrito Bravos y en el municipio de Juárez. En todas las casillas de este distrito la boletas serán las mismas. Por el color y el número va el elector a seleccionar por quien votar.

La campaña inició el 30 de marzo y abarca hasta el 28 de mayo, de manera que tenemos ante nosotros una tarea cívica importante. Ánimo.