China deja México; se va a Perú

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AGENCIAS

CHINA.- BYD, el mayor fabricante de automóviles de China, parecía dispuesto el año pasado a construir su primera fábrica en México, pero entonces Donald Trump regresó a la Casa Blanca.

Un proyecto que se esperaba que creara 10 mil empleos y costara aproximadamente 600 millones de dólares se ha estancado en medio de la guerra comercial de Donald Trump, que se intensificó esta semana cuando anunció nuevos aranceles a los automóviles.

Ahora, la incipiente relación entre China y México se ha enfriado con el distanciamiento de ambas partes. México, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha estado apelando a Trump para evitar un conflicto con su principal socio comercial.

Por el momento, no estamos buscando activamente inversiones chinas”, dijo Cindy Blanco, secretaria de Desarrollo Económico de Jalisco, estado donde se encuentra Guadalajara, posible sede de la fábrica de BYD. “Estamos muy conscientes de las implicaciones. Por eso, buscamos una agenda alineada con la de Estados Unidos”.

Mientras tanto, China ha mostrado su desapego hacia México, a medida que se acerca a Estados Unidos y rechaza las importaciones chinas. Por ejemplo, el Ministerio de Comercio de China retrasó la aprobación de la planta de BYD en Mé

Mientras tanto, China ha mostrado su desapego hacia México, a medida que se acerca a Estados Unidos y rechaza las importaciones chinas. Por ejemplo, el Ministerio de Comercio de China retrasó la aprobación de la planta de BYD en México ante el temor de que la tecnología pudiera filtrarse a Estados Unidos, según informó recientemente el Financial Times.

Este es un gran cambio con respecto a hace tan solo unos años. Durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos impuso aranceles a las importaciones chinas, lo que impulsó a las empresas chinas a invertir en operaciones de construcción en México para evitar los gravámenes.

Mientras tanto, China ha mostrado su desapego hacia México, a medida que se acerca a Estados Unidos y rechaza las importaciones chinas. Por ejemplo, el Ministerio de Comercio de China retrasó la aprobación de la planta de BYD en México ante el temor de que la tecnología pudiera filtrarse a Estados Unidos, según informó recientemente el Financial Times.

Este es un gran cambio con respecto a hace tan solo unos años. Durante el primer mandato de Trump, Estados Unidos impuso aranceles a las importaciones chinas, lo que impulsó a las empresas chinas a invertir en operaciones de construcción en México para evitar los gravámenes.