LUEGO de la protesta de restauranteros y propietarios de antros por la permanencia del cierre ante el nuevo decreto y la reducción de horarios, el gobernador Javier Corral Jurado, anunció que de continuar las manifestaciones y bloqueos se les retirarían licencias y hasta les ofreció la cárcel si siguen en la resistencia.
Desde luego que el anuncio de Corral, causó pena y decepción a este sector empresarial, dicho por Mauricio Gutiérrez, quien lidera el movimiento en el Estado, pues señala que las medidas unilaterales nunca serán las mejores, y que este sector económico está entre la agonía y la muerte.
Este miércoles se reúnen con el sub secretario general de gobierno Carlos Olson San Vicente, pero por las vísperas y el anunció del Gobernador, estos giros a nada van a llegar y van a continuar cerrados.
Quienes están en estos giros piden dos cosas; ser escuchados y la segunda, la comprensión oficial, en donde la cerrazón está de manifiesto.
Se quejan de que en la discriminación oficial se les llaman giros negros, pero se trata de empresas establecidas, que general más de un millón de empleos en el Estado y contribuyen con una media docena de impuestos y de manera puntual, pues el pago de impuestos les posibilita continuar con las licencias y concesiones.
EN UN símil, aunque hasta dispar, pero sería bueno conocer, cuál es el posicionamiento oficial sobre el transporte urbano de pasajeros, quienes también, tienen concesión y suponen un mayor riesgo de contagio. Eso dicen desde la Secretaría de Salud.
Resulta que empezando por las largas filas de usuarios que esperan para abordar; la cantidad de ellos en el interior de las unidades, la carencia del cubre bocas y la inexistente sanitización de los camiones, representan un mayor riesgo de contagio y nada se hace.
Por qué el Estado no evita este grave riesgo de contagio, pues no lo sabemos, mientras a los bares y restaurantes con venta de alcohol, se les sataniza y amenaza hasta con cárcel.
No se puede dejar de lado que; el servicio de transporte público corresponde al Estado y que en ese sector puede incidir de manera directa, pues es una atribución.
Por qué no lo hace, desgraciadamente es, una pregunta que quedará en el aíre, más cuando en estos tiempos pandémicos, nada se le puede cuestionar al Sr. Gobernador, pues todas las propuestas de preguntas deben pasar por el censurador filtro de Comunicación Social.
NOS DICEN que la reunión entre accionistas del Club Britania, que inició pasadas las 17:00 horas de ayer, en la capital, no llegó a nada y que vendrán otras, en donde lo fundamental será la desaparición del club por el tema de la pandemia y lo peor, por malos manejos y desvío de recursos.
Los socios siguen en tremendo debate. Es un club muy tradicional y accesible para las clase media y la que le sigue hacia arriba en el segmento económico.
Es la razón por lo que hay resistencia de los socios, fundadores sobre esa filosofía, pero técnicamente está en quiebra, sin apoyo oficial el tema de la emergencia nacional de salud.
Por el otro lado está la circunstancia del manejo inadecuado de los dineros, cosa que, en donde pronto habrá una definición y por lo tanto hay que esperan a que haya denuncias y procesos judiciales, para que se den a conocer en los detalles, claro cuidando los debidos procesos.
