EL PROXIMO domingo el Partido Acción Nacional, tendrá a través de su convención al candidato o candidata a la gubernatura del Estado. Con independencia de quien sea el elegido, provocará una reconfiguración en lo electoral, hacia el interior y al resto de los partidos.
Habrá que esperar la fecha de esa elección que se torna la más importante por ser el partido en el poder, para luego llegar a otros escenarios en los temas de la alianzas finales y las negociaciones que innegablemente se presentan en las designaciones de candidaturas en sindicaturas, alcaldías y diputaciones tanto federales como locales.
Ciertamente hay procesos de elección secundaria, pero una vez que haya candidato, tendrá mano en la negociación, incluso con poder superior que las propias dirigencias, cosa que ocurre en todos los partidos políticos.
Por ahora está semana resulta fundamental para las precandidaturas de los panistas María Eugenia Campos Galván y el senador con licencia, Gustavo Madero Muñoz.
Aunque ambos hace una precampaña hacia la militancia, no hay duda que el camino andado y el gran despliegue de recursos publicitarios, les permitirá llegar con ventaja a la campaña, mientras que Morena y aliados realizan una precampaña muy gris; el PRI no ni siquiera ha registrado a su precandidata y como decíamos, el resto de los partidos esperan para ofrecer su marca ahora sí que al mejor postor.
Por lo pronto las precampañas de Campos Galván y Madero Muñoz, en su primera etapa ofrecieron poco, no sabemos si por estrategia, por la pandemia o si estaba en espera de intensificarlas en esta última semana, previo a la convención.
Una precampaña tan gélida como los días de enero, lo que anticipa que quien tenga el control de la militancia desde las estructuras de poder, es quien va a llegar, en esto que llaman democracia.
DESPUÉS de varios meses de ausencia en la grilla política, este lunes reaparece la ex senadora Graciela Ortiz González, quien junto con el dirigente estatal del PRI, Alejandro Domínguez, anunciarán el registro como aspirante a la candidatura por la gubernatura del estado de Chihuahua.
Veremos si ya se anuncian más detalles, pues el registro cierra el próximo sábado, aunque lo más probable es que la senadora vaya sola y en automático se convierta en la candidata.
El anuncio viene luego de la renuncia del ahora ex dirigente estatal, Omar Bazán Flores, circunstancia que permitió la llegada de Ortiz González y su equipo de trabajo, por lo menos el estratégico.
Luego del arribo y designación de la candidata, hay que ver si se le respetan los amarres hechos por Bazán, quien designó todas las diputaciones pluris para sus compas, incluyendo el aclamado primer sitio para él, en lo que se conoció como en el más reciente adandalle, incluso cuando ya tenía un pie afuera del edificio de la colonia Dale.
ESTE lunes Chihuahua cambia al color pandémico amarillo de apellido seguro, en donde se pondera de nuevo la reactivación económica sobre la salud y en donde la mayoría de los chihuahuenses ya están en las calles, en las plazas, en los comercios, en granjas y hasta en algunas iglesias.
Nadie puede negar que la reactivación económica es fundamental, ante la quiebra y hasta desaparición de miles de negocios formales e informales en el Estado, pero es innegable y así lo demuestra la estadística oficial en donde los contagios continúan al igual por desgracia de los fallecimientos.
La misma estadística epidemiológica oficial establece que en ambas variables van hacia la baja, lo que ponderables, pero por desventura el pico pandémico sigue hacia arriba y se ve un aplanamiento, ni en el Chihuahua amarillo ni el país, en donde a nivel nacional, en los últimos días se presentan más de 20 mil contagios diarios y la fatídica cifra de mil muertos por día en los más recientes 10.
Ojalá y que el amarillo sea una buena oportunidad socialmente hablando y no posicionamientos fuera de la dictadura y retórica oficial con otros intereses, por ejemplo el de mayor endeudamiento y el proceso de elección interna de Acción Nacional, sólo por ejemplificar.
